De cada 10 empresas que se crean en Bogotá, 7 cierran | El Nuevo Siglo
Entre Bogotá y Cundinamarca las Mipymes representan aproximadamente el 40% del PIB a nivel nacional.
Cortesía
Viernes, 12 de Agosto de 2022
Redacción Bogotá

EL NUEVO SIGLO dialogó con Alejandra Osorio, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) en Bogotá, quien le dijo a este medio cómo está el tejido empresarial en la capital del país y en la región, sus necesidades, inconvenientes y qué estrategias se podrían implementar para el desarrollo de las Mipymes, teniendo en cuenta que estas son grandes generadoras de empleo y contribuyen con el crecimiento económico de Colombia.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuántas Mipymes tiene Bogotá y qué sectores sobresalen?

ALEJANDRA OSORIO: La composición de tejido empresarial en Bogotá está dada a las microempresas. En general el país tiene una composición cercana al 90% solo en Mipymes, es decir, toda aquella unidad productiva que está compuesta entre 1 y 9 empleados. Entre tanto, de acuerdo con las cifras de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) para este último semestre hay cerca de 432 mil empresas registradas en esa entidad, teniendo en cuenta que esta cifra incluye los municipios que corresponden a la jurisdicción de la CCB.

ENS: ¿Ya se recuperaron las cifras de microempresas que se tenían en prepandemia?

AO: En este momento tenemos una variación negativa, es decir, que no hemos logrado llegar al tejido empresarial prepandemia. Actualmente estamos sobre el 3% inferior a la cantidad de empresas que teníamos antes del covid-19.

Cabe destacar que tenemos un 5% de pequeñas empresas, 1,4% de medianas empresas y 0,7% de grandes empresas. Entre Bogotá y Cundinamarca las Mipymes representan aproximadamente el 40% del PIB a nivel nacional. Lo que sucede en esta región refleja lo que pasa en el resto del país, siendo una dinámica empresarial muy distinta la que tiene Bogotá respecto al resto de ciudades capitales.

ENS: ¿Cuántas empresas cerraron durante la pandemia?

AO: De acuerdo con los registros que se llevaron durante la pandemia, el periodo más difícil fue el 2021 e iniciando el 2022. Son cerca de 50 mil unidades productivas las que se estiman que cerraron en este periodo de acuerdo a cifras de la CCB, esto teniendo en cuenta solo las empresas legalmente constituidas. Por otra parte, si nos referimos a empresas informales, el reporte total ascendería a las 100 mil empresas productivas, solo en el caso de Bogotá.

ENS: ¿En qué sectores predominan las Mipymes?

AO: En la composición sectorial la preponderancia se da en el sector de servicios. Este sector continúa siendo el que más predomina en el tejido empresarial en Bogotá, con un porcentaje entre el 55% y 60%. Seguido de comercio, con un aproximado de 30%, las actividades agropecuarias entre 12% y 14% y 1% en actividades mineras, que están especialmente en la periferia de la ciudad.

Desde Acopi Bogotá hemos señalado la necesidad de recuperar la vocación empresarial industrial, ya que este sector es el jalonador de otros, es decir, genera encadenamientos productivos y además jalona comercio nacional y servicios asociados a la producción. Esto, a su vez, dinamiza la economía ya que permite que las empresas tengan la necesidad de personal calificado con una curva de aprendizaje elevada. Esto debido a que las actividades industriales requieren de capacitación, lo que hace que las empresas del sector industrial tengan trabajadores directamente contratados.

Por el contrario, las actividades de comercio tienen niveles de informalidad más altos. Por esta razón hemos insistido en temas de política pública para incentivar generación de valor agregado y por tanto empresas que tengan carácter o vocación manufacturera.      

ENS: ¿Cuál es el mayor problema que hace que las empresas cierren?

AO: Hemos identificado temas como la formalización a nivel de trámites y barreras de acceso, tales como el pago de cámara y comercio. Desafortunadamente es un tema que sigue siendo complejo.



Hemos señalado que este primer registro ante la CCB debería ser gratuito. De cada 10 empresas que se crean, siete cierran, lo que significa que solo el 30% logra salir avante y pasar lo que se conoce como ‘el valle de la muerte’, que son aproximadamente entre tres y cuatro años desde su inicio.

Entre tanto, de acuerdo con la encuesta de micronegocios del DANE, la mayoría de estos emprendimientos siguen siendo altamente informales, a pesar de tener un nivel de acreditación de varios años. Cerca de un 50% de esos micronegocios que refleja la encuesta están acreditados hace mas de 10 años, lo que significa que son negocios que ya tienen credibilidad, confianza y funcionamiento, pero que aun así no han podido dar el paso a la formalización.

De ahí que desde Acopi se insista en que ese registro funcione a modo de reconocimiento y de visibilizar que esas unidades productivas aportan al desarrollo económico del país. Este definitivamente es un reto que tiene el nuevo gobierno en términos de formalización.

ENS: ¿Cómo perciben la Reforma Tributaria propuesta por el nuevo Gobierno?

AO: En esta reforma tributaria las Mipymes no tienen lugar. Se pretende que tengamos nuevamente la tarifa diferencial como régimen simple. Este régimen grava los ingresos y no las utilidades. Los ingresos se deberían gravar a las Mipymes deduciendo costos y gastos.

Además, identificamos claramente la carencia de la tarifa diferencial de renta. Esta petición la hemos hecho en varias ocasiones al Congreso, pero no ha pasado porque el Gobierno no ha dado visto bueno a este requerimiento.

Hoy en Colombia existe un alto nivel de desigualdad empresarial. En el índice de Gini, que mide como están concentradas las utilidades empresariales, el 2% de las empresas más grandes en Colombia generan el 54% de las ganancias en el país, mientras que el 92% de empresas más pequeñas solo generan el 16%. El índice de Gini nos dio como resultado el 0,82%, esto significa que es más alto que la desigualdad existente de personas naturales en Colombia.

Para reducir esa brecha hemos propuesto esta tarifa diferencial para las microempresas, otra para las pequeñas y una distinta para las medianas empresas. Con esto se cumpliría el precepto de la Constitución que habla de la progresividad, que a nuestro modo de ver no se está cumpliendo en la reforma tributaria anterior ni en la propuesta por el nuevo Gobierno.

También es importante que los aspectos tributarios estén enfocados en qué sectores productivos se pueden potencializar. Desde Acopi, por ejemplo, consideramos que deben ser sectores generadores de valor agregado.

En este sentido, es importante potenciar los productos locales que puedan abastecer el país, así como mejorar las exportaciones.