Decisiones difíciles | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Julio de 2019

El camino de la independencia no es fácil


Cuando reviso los pasos que me trajeron hasta este punto del camino no puedo dejar de ver a esa gran institución que es el SENA. Haberla defendido me costó no solo el puesto, sino poner en duda por el alto gobierno mis capacidades profesionales e integridad como mujer. Hoy ya muchas de las denuncias no solo continúan en investigación, sino que han dado resultados (escasos) en la justicia.

Al año (Noviembre de 2018) de haber sido despedida, en una encuesta de Guarumo mi nombre apareció como candidata a la Alcaldía de Bogotá. Desde ese día nació Voy por Ti Bogotá como un movimiento independiente de ciudadanos que salió desde el 11 de febrero de este año a conseguir firmas para avalar la candidatura a la Alcaldía.

Sin embargo, el camino de la independencia no es fácil. Además de conseguir que las firmas sean válidas, el sistema requiere de una póliza que cuesta cerca de $160 millones, incluido un pagaré en blanco por $50 millones más. La póliza se hace efectiva si el movimiento se retira antes de las elecciones o sino alcanza el 5% de los votos válidos en la elección. Conseguimos las firmas. Hablamos con más de 100 mil personas durante cinco meses y nos caminamos más de mil kilómetros. Conseguimos la póliza. Pero no logramos avanzar en las encuestas. Si las firmas las conseguimos con las uñas, los donantes para la póliza también. Ser independiente en la política colombiana es muy costoso. A menos que seas millonario. Y ese no es mi caso.

Pero también se necesitan medios de comunicación que abran espacios de manera democrática y sin inclinaciones. Me pasó que tuve que golpear puertas, unas se abrieron con generosidad y otras sencillamente dijeron “por acá no venga”. La gente quiere renovación, pero lo nuevo tiene que poder tener espacio para darse a conocer, y a punta de redes sociales, no se logra.

Así que esta será una semana de decisiones. Por encima de las vanidades personales tiene que primar el beneficio de la gente y de la ciudad. De una vez dejo clara mi posición frente al riesgo que implica que una mujer como Claudia López llegue a la Alcaldía. Bogotá necesita una mujer, pero una que actúe con los principios femeninos de convocar, convidar, transformar y unir.

La coherencia debe ser el eje rector y los bandazos de Claudia de las últimas semanas han demostrado que por conseguir los votos de la izquierda está dispuesta a ir al vaivén de una veleta. La política ejercida desde una visión femenina no grita, ni matonea. Eso hay que dejarlo atrás como una práctica que divide y sectariza.

La ciudad no puede volver al rumbo de 12 años de gobiernos de izquierda que descuidaron uno de los activos más importantes que debe tener cualquier ciudad: la seguridad. Sentirnos seguros es un valor altísimo porque nadie quiere ni que lo roben, ni que lo maten. Pero el desprecio por las autoridades es una herencia que hay que corregir. Autoridad sí, abuso jamás.

Bogotá debe estar por encima de los egos y los apellidos y con la capacidad de reconocer con humildad cuándo sí y cuándo no. Gracias a este periódico que me ha dejado expresar cada una de mis posturas en estos meses de pre-campaña. Inicia una semana en donde nos jugaremos el futuro del bienestar de la ciudad. Esto no se tratará de izquierdas o de derechas. Sino de aquel que sea digno, construya por la ciudad y hable con la verdad.