Las más recientes encuestas muestran que el campo de los indecisos como del voto en blanco cuentan con unas cifras importantes, e incluso en algunos estudios aparecen en tercer lugar por encima de otros aspirantes de renombre. En otros, la suma de estos dos segmentos de la población, alcanza al segundo candidato en preferencia.

En uno de esos estudios, los indecisos aparecen en tercer lugar por encima del exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, y luego le sigue el voto en blanco en quinto lugar por encima de Sergio Fajardo. Ambos indicadores se acercan a 20 puntos porcentuales, muy cerca de Federico Gutiérrez, segundo en estos sondeos de opinión.

Sin embargo, en otros estudios, el voto en blanco aparece en quinto lugar y otros indicadores como "ninguno o no sabe no responde" siguen de sexto y octavo por encima de los candidatos con menos favorabilidad. Aquí, sumadas las tres opciones, se acercan mucho a quien aparece en la tercera casilla, es decir Rodolfo Hernández.

Sin embargo, en otra encuesta, el voto en blanco supera a los indecisos y se ubica en tercer lugar casi doblando al cuarto que es Sergio Fajardo.

De esta manera, se determina que aún hay muchos colombianos que no han tomado una decisión para el próximo 29 de mayo cuando se celebre la primera vuelta.

Juegan las preferencias

El historiador, escritor, académico y politólogo Álvaro Tirado Mejía, le dijo a EL NUEVO SIGLO que en esta primera elección presidencial hay una gran cantidad de indecisos porque es donde se juegan las preferencias, aunque las propias encuestas ya perfilen algunos ganadores.  “De todas maneras aún hay posibilidades de votar por varios candidatos. Para la segunda vuelta la gente se tiene que definir y va a suceder una cosa muy parecida a lo que pasó hace cuatro años”, comenta el experto.

“Sin embargo, da la impresión de que el número de indecisos solo se van a manifestar hasta el momento de la votación. Yo creo que mientras no se pasé a la votación final, donde no haya sino dos candidatos, el número de indecisos no va a disminuir y en parte, ese número es significativo y está en espera de la decisión que tomen los votantes para ese momento”, señala Tirado Mejía.

El escritor está convencido que cuando llegué la segunda vuelta va a disminuir ese número indudablemente.  Al mismo tiempo, considera que las cifras de abstención van a bajar un poco con respecto a pasadas elecciones.

En contra del otro

Por su parte, el analista político Jorge Luis Yarce, le recordó a EL NUEVO SIGLO que la mayoría de resultados de las encuestas en los últimos periodos presidenciales se han equivocado. “Definitivamente el electorado colombiano decide al pie de la urna su voto y es de difícil pronóstico”.

Explicó que hay muchos factores que empiezan a motivar cuál es esa decisión final. “Existe el elector comprometido, que tiene una identidad ideológica y política con uno de los candidatos. Ese elector convencido es la base de cualquier campaña política. Ahí es donde no tenemos una brecha. El resto busca otra clase de elementos como los ideológicos, los elementos sociales, los elementos culturales, incluso los factores territoriales”.

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“Sin embargo, aquí en Colombia desde la primera elección de Juan Manuel Santos, uno de los elementos más decisorios es el continuismo o hacerle oposición a…”, afirmó.

“Lastimosamente en el ejercicio democrático en Colombia, aquí no se vota en favor de un candidato sino en contra del otro. Entonces ese consolidado va a empezar a jugar un papel muy importante en una posible segunda vuelta, que al parecer sería entre Gustavo Petro y Federico Gutiérrez”.

“En la segunda vuelta sí es mucho más claro, no es que se escoja el candidato que represente mi opción ideológica o política, sino el que va en contra del que yo no quiero y eso genera de una vez una falla en la democracia y eso repunta en problemas de gobernabilidad y en credibilidad. Son los gobiernos que a los 100 días ya han perdido la popularidad porque la gente no votó por convencimiento sino por oportunidad”, indicó Yarce.  

Por último, advirtió que “la abstención en Colombia sigue siendo un fenómeno muy importante y los indecisos y el voto en blanco terminan siendo parte del gran consolidado de la abstención cuando están llamados en las encuestas. Entonces ese juego entre abstención y voto en blanco empieza a generar conflictos a la hora de determinar a la voz de la encuesta. Yo con las encuestas tengo mis dificultades, eso es muy difícil. Aunque hemos bajado la abstención sigue siendo un número muy importante”.

El voto en blanco en Colombia

Vale recordar que la Registraduría Nacional cuenta individualmente el voto en blanco de los demás candidatos o partidos políticos y, por lo tanto, posee un porcentaje importante dentro del conteo para definir al ganador. En consecuencia, el voto en blanco se diferencia del anulado porque el primero tiene un valor dentro del conteo de las elecciones, mientras que el segundo es un voto “perdido”.

El voto en blanco tiene su propio partido. Según la Registraduría Nacional, “es una figura que introdujo la Reforma Política de 2011. En ésta, se habilita la posibilidad de adelantar la inscripción de un grupo de ciudadanos que promueven el voto en blanco y que como tal tendrá una casilla con logo-símbolo propio en la tarjeta electoral diferente al voto en blanco”. La función de este comité es promover el voto en blanco, además, este grupo tiene el derecho a que se le reponga el dinero invertido en la campaña de acuerdo con los votos que reciba.

El total de los votos en blanco se genera sumando tanto la casilla del comité, como la oficial del voto en blanco. Sin embargo, los votos en blanco no suman al comité de promoción, ya que la devolución de los gastos de campaña, son de acuerdo a los votos en solitario que reciban. Los votos en blanco y los del comité promotor se tienen en cuenta para establecer el umbral y los votos válidos.

La casilla del voto en blanco tiene escrito “voto en blanco”, mientras que la del comité está marcada por el logo que escogió el grupo para representarse en dichas elecciones.