Si bien es cierto que ya solo faltan 98 días para el arranque de los Juegos Olímpicos de Tokio, el fantasma de la cancelación de las justas orbitales continúa rondando, tanto a nivel interno en Japón como en muchas naciones en donde se teme que los nuevos picos de la pandemia del covid-19, así como ocurrió el año pasado, se terminen atravesando en el cronograma del más importante evento deportivo del planeta.

De hecho, el número dos del principal partido en el gobierno en Japón estimó ayer que los Juegos podrían ser anulados como último recurso, en momentos que el país sufre un rebrote de coronavirus.

"Deberemos anular (los Juegos) sin dudar si no es posible" organizarlos, declaró Toshihiro Nikai en una entrevista al canal de televisión japonés TBS.

"Si los contagios se expanden a raíz de los Juegos Olímpicos, no sé para qué sirven", agregó el secretario general del Partido Liberal-Demócrata (PLD). Estimando que quedaban "muchas dificultades por superar", matizó sus comentarios diciendo: "Definitivamente queremos hacer (de los Juegos) un éxito". "Es importante para Japón provocar entusiasmo y la adhesión del público", añadió.

Sin embargo, un poco más tarde, un responsable del PLD, que pidió anonimato, señaló a la agencia Jiji que "los Juegos no serán anulados".

A su turno, la gobernadora de Tokio Yuriko Koike interpretó las palabras de Nikai como "una opción": "Lo tomo como un mensaje de ánimo fuerte para contener el coronavirus por todos los medios".

Entre tanto, el ministro japonés encargado de la campaña de vacunación evocó la posibilidad de celebrar los Juegos sin público local, unas semanas después de que se anunciara que no habrá espectadores extranjeros.

"Organizaremos los Juegos Olímpicos de una manera realista. Podría ser que no hubiera espectadores", declaró Taro Kono, citado por el diario Asahi.

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Como se dijo, estas declaraciones llegan a 98 días de la ceremonia de apertura de los Juegos, que irán del 23 de julio al 8 de agosto. Como se sabe, las justas estaban programadas para mediados de 2020 y por la pandemia fueron postergados un año.

Pese a las garantías de los organizadores, la persistencia de la pandemia y los repentinos brotes de coronavirus, considerados ya una cuarta ola, alteran los preparativos para los Juegos, alimentando la incertidumbre sobre si será posible o conveniente celebrarlos este verano boreal.

De hecho, hay nuevas restricciones sanitarias en Tokio y otras ciudades japonesas y las pruebas olímpicas test se han aplazado. A ello se suma que la vacunación en Japón progresa a un ritmo muy lento (1,1 millones de habitantes han recibido una dosis, de una población de 126 millones).

“Preparados para lo peor”

La situación epidemiológica perturba tanto los ensayos olímpicos como el recorrido de la antorcha, que comenzó el 25 de marzo.

El miércoles la ciudad de Matsuyama, en el oeste del país, anunció que anulaba el paso de la llama en su comuna. De igual manera, el departamento de Osaka (oeste) decidió la semana pasada que el relevo se celebrara en un parque cerrado al público.

"Hemos pedido a todos los habitantes de la prefectura de Osaka que eviten toda salida que no sea indispensable y urgente, por lo que vamos a anular, a su vez, el relevo de la llama olímpica en la vía pública", declaró el gobernador Hirofumi Yoshimura. 

De otro lado, el martes se tuvo que aplazar una competición "test" de waterpolo prevista para esta semana, por las restricciones de acceso al país de los visitantes extranjeros. 

Lo que aumenta las dudas en torno a las 17 pruebas test previstas antes del inicio de los Juegos. La semana pasada, la Federación Internacional de Natación (Fina) declaró su intención de aplazar las clasificaciones olímpicas que iban a celebrarse en Japón la segunda quincena de abril. 

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Como si fuera poco, la mayor parte de la población japonesa se opone a la celebración de los Juegos debido a los riesgos sanitarios, según varios sondeos realizados en los últimos meses.

Esta semana cuatro expertos pidieron en el British Medical Journal que se reexaminara el evento "con total urgencia". "Los eventos internacionales de masas como Tokio-2020 no son todavía seguros", señalaron.

Sin embargo y a pesar de los obstáculos, el vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, John Coates, declaró el miércoles pasado que la organización no contempla "de ninguna manera" una anulación.

"Claro que estamos preocupados, claro que la seguridad sigue siendo nuestra prioridad, pero pensamos que estamos preparados para las peores situaciones", dijo.

Solo una baja…

A nivel internacional, aunque hay varios países que han manifestado su preocupación por la situación epidemiológica en Japón, la mayoría de los países mantiene en firme el envío de sus respectivas delegaciones.

Hasta el momento solo una nación ha desistido de enviar sus deportistas a Tokio. Se trata de Corea del Norte que anunció días atrás que no participará en las justas este verano boreal debido a los riesgos de contagio del coronavirus. Paradójicamente esa circunstancia echó un jarro de agua fría a las expectativas surcoreanas de aprovechar los Juegos para relanzar las negociaciones con Pyongyang.

En el entre tanto, en muchas partes del mundo continúan las clasificaciones en las distintas disciplinas olímpicas. Incluso, no pocos gobiernos ya anunciaron que las delegaciones deportivas que irán a Tokio están siendo priorizadas dentro de los esquemas de vacunación nacionales.

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De igual manera, tal como ha ocurrido con torneos de tenis y otros deportes, no se descarta que los atletas lleguen con mayor antelación a Japón, con el fin de que estén en cuarentena sanitaria durante algunos días. Igualmente se tiene previsto todo un plan amplio de tomas de pruebas antes de cada competición para dar la mayor seguridad a todas las delegaciones.

A la fecha, Colombia cuenta con 36 cupos fijos para los Juegos Olímpicos de Tokio, en arquería, atletismo, ciclismo, ecuestre, esgrima, lucha, natación y taekwondo, pero todavía tiene aspiraciones en más de 30 deportes para estar cerca de la cifra esperada. 

Los Juegos Olímpicos no son la única gran cita deportiva que está en peligro por cuenta de la pandemia. Ya varias citas mundialistas y torneos nacionales e internacionales de distintas disciplinas han sido cancelados o aplazados.

De hecho, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo que no quiere "frustrar el espectáculo de la Copa América" pero señaló que espera ver la evolución de la ola de contagios de covid-19 previo al arranque del certamen, el 13 de junio en Buenos Aires.

En Colombia, que será la sede del grupo norte de la Copa, el gobierno Duque insiste en su realización e incluso lo último que se supo esta semana es que se adelanta una gestión para otorgarle beneficios tributarios al torneo.

Pese a que el país atraviesa un tercer pico de la pandemia, se tiene confianza en que para junio la situación sanitaria haya mejorado e incluso podría habilitarse la presencia de público, en aforo reducido, en los estadios.