Perspectiva. El perro que se ganó el corazón de antinarcóticos | El Nuevo Siglo
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Sábado, 25 de Marzo de 2023
Redacción Nacional

RELIGIOSAMENTE UN patrullero, integrante de una de las tripulaciones de los helicópteros de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, todos los días está pendiente de que a McGregor, un perro criollo, no le falte nada, esté sano y, por supuesto, listo para embarcar en alguna de las misiones de lucha contra el narcotráfico.

El patrullero Javier Morales cuenta que “su amigo” McGregor apareció de la noche a la mañana en el aeropuerto del municipio de Caucasia, en Antioquia, desde donde se adelantan operaciones contra las redes de narcotraficantes, especialmente el ‘Clan del Golfo’.

En diálogo con EL NUEVO SIGLO explicó que, a diferencia de otros canes que se encuentran en el aeropuerto Juan H. White, en el Bajo Cauca antioqueño, McGregor es el que se ganó el corazón de los integrantes de las tripulaciones de los helicópteros.

“Mis compañeros y yo lo acogimos con cariño, pues nos sorprendió que de un momento a otro empezó a subirse a nuestro helicóptero y en las camionetas. Especialmente soportó el ruido de los helicópteros y los desplazamientos cortos y largos”, explicó.

Según Morales, “cuando nos alistamos y nos dirigimos a la aeronave, el primero que corre y salta al interior es él. Eso nos da más ánimo y todos nos subimos”.

“Una vez llegamos al lugar de destino, el perro está pendiente de nosotros y nos acompaña en nuestros desplazamientos a pie. Si aparece alguien que trata de hacerse amigo de él, McGregor de inmediato se aleja y corre hacia nosotros, creo que nos reconoce por el overol”, relata el uniformado.

Agregó que “es nuestro comando perruno, que todos los días se anima a volar con nosotros sin importar el destino. Además, tiene otra cualidad: a la distancia sabe quién es amigo de los animales y quién le puede ofrecer una caricia incondicional. Siempre está con nosotros, los comandos especiales”.

Compañero leal

El patrullero sostiene que el canino ya registra cientos de horas en operaciones helicoportadas y en desplazamientos. “No se pierde un centímetro de cada maniobra”, agrega.

“…No tiene pedigree, es un perro criollo, pero en todos nuestros desplazamientos demuestra valor y acompañamiento. Para nosotros siempre es un compañero leal y de confianza en el cumplimiento del deber… Es un verdadero apoyo emocional para los policías y ha ayudado a crear un ambiente más positivo”, explica Morales.

Aseguró que “en cada misión el primero que aborda el helicóptero y el primero que desciende es nuestro perro… No se pierde ningún hallazgo a pesar de que no tiene entrenamiento. Es su instinto natural y se dice que ya los narcos le temen porque ayuda en los hallazgos de clorhidrato de cocaína, base de coca y marihuana”.

“No es cierto, pero de acuerdo con los comentarios callejeros, los delincuentes creen que McGregor sí es definitivo en los procedimientos. A nosotros nos da moral y nos gusta que nos acompañe, porque en todo tiempo es alegre y, por supuesto, siempre evitamos que corra algún peligro”, insistió Morales. 

El patrullero relató que “el director de la Policía Nacional, general Henry Armando Sanabria, durante su desplazamiento para dirigir personalmente los operativos de la institución con motivo del ‘paro minero’, se sorprendió con la presencia del canino y hasta se volvieron rápidamente amigos”.

“En cada desplazamiento del señor general siempre estaba presente McGregor. Le tomó fotografías, lo acariciaba y nos pidió que lo protegiéramos en todo momento”, precisó el uniformado.



Señaló el patrullero que “en esta situación de orden público que se vive en el Bajo Cauca antioqueño, la historia de McGregor es un recordatorio de que podemos encontrar en los amigos de cuatro patas un ejemplo de lealtad y dedicación para todos nosotros”.

Morales sostuvo que “no hubo una selección para escoger a un uniformado que se encargara de ser el guía ni lo llevamos a la Escuela de Guías y Adiestramiento… Sencillamente él nos escogió y nosotros lo acogimos. Ahora MacGregor es uno más de la tripulación”.

“El perro come con nosotros e ingresa a las habitaciones de los integrantes de su tripulación y en cualquiera de ellas duerme. Sabe que no salimos sin él y no hay que recordarle, porque siempre está listo”, insistió.

Incluso todos los de la tripulación hacen ‘vaca’ para comprarle a McGregor su concentrado, vacunas, champú y otros elementos necesarios para su mantenimiento.

En la mira 

El tripulante de uno de los helicópteros de la Policía Antinarcóticos explica “qué a diferencia de Sombra, una pastor alemán; K-9, un pastor belga Mallinois; Lucky y Flo, de la raza labrador, así como de Pocho, un jack russell terrier, entre otros, por cuya muerte el ‘Clan del Golfo’ y redes de narcotraficantes y hasta de contrabandistas ofrecían multimillonarias sumas para asesinarlos, a McGregor buscan matarlo para hacernos daño a nosotros”.

Señaló Morales que “otro de nuestros perros amenazados de muerte por narcotraficantes fue Bronxo, un pastor belga mallinois, quien se convirtió en uno de los mejores ‘agentes antinarcóticos’ pues no fallaba una sola operación. El canino se convirtió en el terror de la mafia en el Valle del Cauca, donde detectó varios cargamentos de estupefacientes”.

El patrullero dijo que ante las amenazas Bronxo fue trasladado junto con su guía a otro aeropuerto, en donde su olfato no ha permitido el paso de centenares de kilos de marihuana.

Esos golpes ofendieron a los capos de la marihuana, que buscaron envenenar al perro pues prácticamente no se le pasaba nada cuando estaba de turno. La Policía Antinarcóticos descubrió el plan y, de nuevo, tuvo que enviar a su guía y al perro a otro lugar para evitar que fuera blanco de la acción de los antisociales.