Ética civil | El Nuevo Siglo
Jueves, 20 de Enero de 2022

Predicar moral es cosa fácil; mucho más fácil que ajustar la vida a la moral que se predica

Arthur Schopenhauer

DIFÍCIL época la que nos está tocando vivir a los seres humanos del planeta tierra. A nuestros antepasados les tocó los horrores de las guerras mundiales, asesinatos masivos, bombas nucleares y a nosotros, en Colombia, un conflicto armado de cincuenta años que no acaba.

A eso se suma la intransigencia, la falta de armonía, de ética y de moral, somos una raza violenta, que todo lo cree resolver con la violencia, con desconocimiento de las leyes, que se brincan en todo momento.

Nos falta educación en la casa, en la familia y en la escuela. Tenemos que formar mucho más profundamente en ética, moral, tolerancia y convivencia a nuestros jóvenes.

Hay que inculcar el respeto por las ideas ajenas, tendencias políticas, creencias religiosas, por actitudes, por la forma de vestir, por gustos musicales, porque cada ser humano es un mundo, todos somos diferentes. Cuando llegamos a ese nivel tendremos la inmunidad de rebaño contra la violencia y habremos instaurado la ética civil. En ese momento estaremos muy cerca de alcanzar la felicidad y de merecerla.

Es la única forma de lograr la tan anhelada paz, por el respeto logrado entre nuestros congéneres de su vida, de su derecho a morir de viejos, con pleno acatamiento de sus parámetros sociales y morales.

El hecho de que en nuestro país haya cosas injustas y realidades dolorosas nos obliga a que entre todos, haciendo un gran esfuerzo, busquemos salidas mediante acuerdos que demuestren el amor al prójimo y estén por encima de intereses personales. Ningún ser humano puede calificarse como desechable y no ser tenido en cuenta porque sería una indignidad moral. 

Con estos criterios arraigados en el alma de los colombianos, podríamos todos estar dentro de las normas de la Ética Civil, con respeto por la vida y la convivencia, con el absoluto respeto por los derechos de todos, todos, los seres humanos. 

El tratadista sobre estos temas de ética civil J. Carrera ha dicho: “Para preservar la capacidad ética humana, es también indispensable preservar el complejo hombre-naturaleza-cultura. La sensibilidad ética no existe sino en el ser humano tal como está constituido natural y culturalmente. Como la capacidad lingüística, también la capacidad ética está inscrita en el genoma humano, aunque no sea más que como posibilidad”.

Inculquemos ese respeto por la vida desde los hogares, desde la cuna, porque estamos el borde del abismo, pero aún hay tiempo para rectificar el camino, e iniciar esta ardua tarea de volver a inculcar los valores éticos y morales en la población. Que todos entiendan que derechos tiene, hasta donde van y desde donde empiezan los derechos de los demás. En esta cruzada debemos estar unidos todos los colombianos, sin ningún distingo ni de raza, ni de credo, ni de color político.

Es el momento de transformar lo negativo en positivo, de dar a las nuevas generaciones la oportunidad de tener un país en paz y convivir en armonía con la madre Naturaleza. Colombia merece un mejor destino.

lorenarubianof@gmail.com