El 2021 no fue el mejor año para el sector caficultor del país, a pesar de registrar precios récord por la carga de café pergamino de 125 kilogramos, pero hubo varios sucesos que hicieron que tanto la producción como las exportaciones decayeran el año pasado.
Colombia, el mayor productor mundial de café arábigo suave lavado, registró una producción, en 2021, de 12,6 millones de sacos de 60 kilos de café verde, 9% menos frente a la cosecha de 2020, que alcanzó los 13,9 millones de sacos.
Los agravantes
Una de las principales causas para que bajará la exportación del grano fue el paro nacional, que conllevó a bloqueos en varias carreteras del país, lo que hizo que los puertos, principalmente de la costa Pacífica, como el de Buenaventura, se paralizaran y con ello quedaran cientos y miles de contenedores apresados en los puertos sin la posibilidad de salir o de entrar al país.
Esa situación generó que varios acuerdos de entrega del grano en el exterior, principalmente en los Estados Unidos, quedaran aplazados o fueran declinados por los compradores que necesitaban recibir el producto ipso facto, por lo que algunos negocios que tardaron años en concretarse se empezaron a dañar, además de la pérdida de confianza de uno de los sectores más respetados en las arcas internacionales.
De modo que este resultado se explica por el impacto negativo que tuvieron los bloqueos en el segundo trimestre del año y por el efecto del clima en algunas regiones cafeteras, que pudo mermar la producción.
Entretanto, los cambios climáticos que se vieron en el segundo semestre del año hacen que esta producción no haya sido tan fructífera como la de 2020.
En diciembre, la producción alcanzó 1,4 millones de sacos, 21% menos en comparación con los 1,7 millones de sacos registrados en el mismo mes de 2021. Y en lo que va del año cafetero (octubre–diciembre 2021) la producción cayó 19% a 3,5 millones de sacos, versus los 4,3 millones del mismo periodo anterior.
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Exportaciones
Por su parte, al cierre del 2021 las exportaciones de café de Colombia cayeron 1% y se ubicaron en 12,4 millones de sacos de 60 kilos de café verde, versus los 12,5 millones de sacos exportados en 2020.
Las exportaciones en diciembre disminuyeron 10% a 1,2 millones de sacos frente a los 1,3 millones exportados en diciembre de 2021. Y en el año cafetero (octubre – diciembre 2021), las exportaciones de café fueron de 3,3 millones de sacos de 60 kg, 9% menos frente a los 3,6 millones exportados en el mismo periodo anterior.
Según el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, en los cálculos de los cafeteros del país se esperaba una producción que generara ingresos cercanos a los $10 billones.
Planes a futuro
De otro lado, y gracias a un acuerdo entre el Gobierno nacional y la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), está el programa “Política para la sostenibilidad de la caficultura colombiana”, la hoja de ruta de la acción pública para el sector a 2030.
El programa tiene tres objetivos principales:
El primero de los objetivos es fomentar el acceso a activos productivos para incrementar la productividad y consiste en reducir y flexibilizar los costos de producción, aumentar la infraestructura para el manejo de la poscosecha, estabilizar los procesos de renovación a nivel de finca cafetera, mejorar la eficiencia en la gestión de recursos hídricos y ampliar el conocimiento de la reglamentación para el manejo de sombríos forestales en fincas cafeteras.
Asimismo, el segundo objetivo es estabilizar el ingreso del caficultor para reducir el impacto de factores externos que influyen en el precio y la producción, y además contempla fomentar el acceso a herramientas que reduzcan la incertidumbre y promuevan la gestión de riesgos agropecuarios y la capacidad de ahorro del productor.
El tercer objetivo es impulsar la comercialización interna y externa de café verde y transformado (según la calidad del producto), y establece aumentar la exportación del grano con mayor valor agregado, además de garantizar acceso a mercados en cumplimiento de nuevas exigencias sanitarias y de inocuidad, así como desarrollar un sistema de compra que reconozca al productor su perfil de taza y aumentar el consumo interno de café.