El próximo 17 de febrero la capital colombiana conocerá cuál es el espacio público más emblemático de la ciudad. En esta segunda versión, la II Bienal de Espacio Público de Bogotá, uno de los grandes legados de la administración de Enrique Peñalosa en materia de apropiación urbana, se le otorgará el premio Rogelio Salmona a un lugar, entre 10 que fueron preseleccionados el año pasado.

El ganador, vale referirlo, habrá sido seleccionado por la misma ciudadanía, que tendrá hasta la medianoche de este martes para diligenciar su voto, participación que se hizo a través del Observatorio de Espacio Público (Vota aquí)

A este respecto, la directora del Dadep, Alejandra Rodríguez Cortés, dijo que "contar con la opinión ciudadana, siempre hará más efectivos los procesos de los gobiernos, y por eso este año queremos invitar a la ciudadanía a que voten por su espacio público favorito, ese con el que seguramente se identifican porque disfrutan recorrerlo, visitarlo o apreciarlo”.

Se trata de la Plaza de Bolívar; el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera; el Eje Ambiental de la Avenida Jiménez; el Sistema Peatonal del Centro Internacional; los Espacios Abiertos de las Torres del Parque; el Parque Metropolitano Simón Bolívar; el Parque Timiza; el Parque Central Bavaria; el Parque y la Biblioteca Pública Virgilio Barco y la Alameda El Porvenir.

La Bienal fue un espacio que en el año 2019 la Alcaldía de Enrique Peñalosa llevó a buen puerto, a través de la Defensoría del Espacio Público y de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, no solo para reconocer cuál es el lugar que por su historia, tradición o arquitectura se ha ganado un espacio en el corazón de los capitalinos, sino para promover algo que hoy más que nunca demanda Bogotá: apropiación y cariño.

“La temática de la Bienal este año es 'Espacios de vida, sitios de encuentro' y eso es lo que está buscando la ciudadanía, volverse a encontrar en un espacio público de calidad, hoy más que nunca y no solo por las demandas propias del covid-19 sino porque la gente se tiene que volver a enamorar de Bogotá. El espacio público es para que lo use y lo disfrute la gente, y la idea es que a través de estas 10 zonas de Bogotá se teja apropiación”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el curador de la II Bienal y exdirector del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), Mauricio Uribe.

La selección de los espacios

Ahora bien, suele ocurrir que al pensar en lugares emblemáticos de la ciudad la gente tiende a referirse al Cerro de Monserrate o al casco urbano del centro de Bogotá, pero estos son espacios que no figuran entre las 10 opciones de este año. Eso nos lleva a pensar, ¿bajó qué criterios fueron seleccionados los lugares por los que hasta ayer a la medianoche votaron los ciudadanos?

“El Cerro de Monserrate no está en las diez opciones porque lo que estamos reconociendo es un proyecto de espacio público más que un lugar. Este concurso, con participación de la ciudadanía para escoger el proyecto de espacio público emblemático de la ciudad, está en el marco de la bienal, en la que participan proyectos construidos. Plazas, parques, ciclorrutas, zonas peatonales, alamedas y ese tipo de obras urbanísticas”, añadió el curador de la Bienal.

Adicionalmente, frente a los criterios bajo los cuales se seleccionaron estos 10 finalistas, lo primero y lo más importante fue la noción imperante de escoger excelentes proyectos de espacio público que tuvieran a sus espaldas la visión de arquitectos que debieron ponerse en la tarea de modelar estos lugares y adaptarlos a la ciudad ya construida y patrimonial.

Le puede interesar: Entra en vigencia pico y placa extendido en Bogotá

“Te voy a poner un ejemplo: hay proyectos que se hicieron sobre sitios que ya existían y que ya hacían parte de la historia de la ciudad, como la Plaza de Bolívar. El proyecto definitivo alrededor de esta plaza es de 1960 y se lo ganó Fernando Martínez Sanabria en un concurso de la sociedad colombiana de arquitectos. El proyecto tiene ya más de 60 años y es un excelente proyecto de espacio público”, precisó Mauricio Uribe.

No obstante, la idea es que cada dos años el comité académico de turno presente a 10 nuevos candidatos para que la gente siempre vote y se apropie de estos sitios. “Todos son, de alguna manera, lugares de la historia contemporánea de la ciudad y que se merecen un reconocimiento, además de vincular a la ciudadanía”.

Premio Rogelio Salmona

Por último, vale referir que el premio que se otorgará es el Rogelio Salmona, en honor a uno de los arquitectos que, como bien hizo en referirlo el curador Uribe, tuvo más influencia al entender lo que es el espacio público de calidad en una ciudad del futuro. 

“Pasando por las Torres del Parque, por el Parque Simón Bolívar (de Arturo Robledo) y por el Eje Ambiental, en todos estos proyectos que aspiran al premio Rogelio Salmona está presente la idea de la ciudadanía en el espacio público y por eso es un enorme reconocimiento. En la primera Bienal ganó todo el trabajo que se ha hecho alrededor del Humedal Juan Amarillo. Nosotros estamos acostumbrados a entender el espacio público solamente como calles y andenes y no es así. Son muchos elementos y por eso en esta edición buscamos que hubiera parques, paseos peatonales y ciclorrutas”, finalizó el curador de la II Bienal de Espacio Público de Bogotá.

Plaza de Bolívar. Foto: EL NUEVO SIGLO/Diana Rubiano

Parque Central Bavaria. Foto: Cortesía: Alcaldía de Bogotá

Biblioteca Virgilio Barco. Foto: EL NUEVO SIGLO/Alejandro Avendaño

Espacios abiertos de las Torres del Parque. Foto Cortesía: II Bienal de Espacio Público