¿Sobreviviremos al cambio climático? (II) | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Sábado, 13 de Julio de 2019
Alvaro Sánchez

Continuando con el tema de la semana anterior, debemos hablar sobre los problemas asociados con el cambio climático y con los factores que lo determinan; la primera de ellas es quizá la carga de la contaminación del aire en las variables ambientales y de salud pública.

Esta variable ocasiona, per se, entre seis y siete millones de muertes al año, además de pérdidas anuales estimadas en 5 billones de dólares; un informe afirma que en 2016, el 95% de la población del planeta residía en zonas con unos niveles de exposición a las partículas finas (las de menos de 2,5 micras de diámetro y las más peligrosas) por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS); y advierte también el estudio de la ONU de que "los impactos económicos por la pérdida de vidas, el incremento de la asistencia sanitaria y la pérdida de productividad de los trabajadores por la contaminación del aire es considerable". El informe recuerda que el Banco Mundial cifró en 5,1 billones de dólares las pérdidas ocasionadas por las muertes prematuras relacionadas con la polución. "El equivalente al PIB de Japón en 2013", añade el estudio.

El informe de la ONU relaciona directamente la contaminación del aire con el cambio climático. Las soluciones para ambos problemas están en el mismo lugar, en la eliminación de los combustibles fósiles responsables de los gases de efecto invernadero y de los principales contaminantes atmosféricos, así como en el manejo adecuado de las basuras en el planeta.

La biodiversidad, entendida como la variedad de seres vivos, de especies y ecosistemas, también está en crisis; se enfrenta a una lucha desigual en la que domina la transformación del suelo, la pérdida y degradación de hábitats, prácticas agrícolas insostenibles, propagación de especies invasoras, contaminación y sobreexplotación. En este listado la ONU incluye la tala ilegal y el comercio ilícito de especies silvestres, un lucrativo negocio que mueve al año entre 90.000 y 270.000 millones de dólares; los gobernantes y sus políticas no han estado a la altura para atajar un deterioro que continúa, porque, aunque se aprecia un avance, "se requieren mayores esfuerzos para alcanzar los objetivos internacionales", dice el estudio.

Nuestra variedad de especies ha disminuido notoriamente, hoy se considera que el 42% de los invertebrados terrestres, el 34% de los de agua dulce y el 25% de los marinos se encuentran en riesgo de extinción; en cuanto a los vertebrados terrestres se asegura que entre 1960 y 2018 se ha puesto en riesgo de extinción o se han extinguido cerca del 40% de las especies. La inevitable consecuencia consiste en la pérdida de la diversidad genética, necesaria e imprescindible para mantener tanto la vida salvaje como la variedad de granos y razas de animales; esto abre la puerta a la amenaza para la seguridad alimentaria, dado que este escenario afecta a la humanidad en general, pero a los más pobres en particular. No debemos olvidar que el 70% de la población mundial depende totalmente de los recursos aportados por la naturaleza en sus entornos.

De manera consecuente la pérdida de los individuos ha afectado también los ecosistemas; de cada 14 hábitats terrestres 10 han experimentado un descenso en la productividad de la vegetación y la mitad de las ecorregiones se encuentran en situación desfavorable de conservación. El problema es más profundo y continuaremos hablando de él; valga entretanto felicitar la iniciativa del gobierno nacional que incluyó en el artículo 46 del Plan Nacional de Desarrollo la facultad, al Fondo Adaptación, para desarrollar proyectos tendientes a minimizar los costos en dinero y en vidas del fenómeno en nuestro país.

alsanchez2006@yahoo.es

@alvaro080255