Gobierno y oposición venezolana coincidieron "en la necesidad de generar resultados" en los diálogos de pacificación emprendidos tras meses de sangrientas protestas y para acelerarlos, resolvieron crear comisiones de trabajo, informó este jueves el dirigente opositor Ramón Aveledo.
"El camino del diálogo es difícil. Hay muchos desacuerdos que nos trajeron a esta situación pero es un camino indispensable y tenemos la obligación para seguir adelante", dijo Aveledo al cabo de la cuarta reunión del diálogo de paz desarrollada en la sede de la vicepresidencia.
Pero al cabo del encuentro se ratificaron las diferencias de fondo entre el gobierno del presidente socialista Nicolás Maduro y la heterogénea alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sobre una ley de amnistía para los denominados "presos políticos", según la oposición.
Precisamente, uno de los equipos de trabajo revisará los casos de presos, procesados y exiliados, considerados casos "políticos" por la MUD, la cual defiende la ley de amnistía como la "vía más fácil y práctica" para resolverlos, indicó Aveledo.
La oposición insiste particularmente en la liberación de Iván Simonovis, un excomisario policial en prisión desde hace una década acusado de la muerte y lesiones a civiles durante el breve golpe de Estado de abril de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez.
"Nosotros no somos Dios y no damos perdón, no creemos en ninguna ley de amnistía y no la compartimos", expresó a la prensa Edgar Pérez, vocero de la asociación de víctimas del golpe, cuyos testimonios fueron escuchados por los representantes de la MUD y el gobierno durante la reunión.
De otro lado, ambas partes resolvieron crear un grupo de trabajo sobre la comisión de la verdad, que investigará casi unos 120 casos abiertos por violación de derechos humanos en las protestas, que dejan 41 muertos y unos 600 heridos.
Asimismo, la MUD planteó un tercero sobre la descentralización y lo que la oposición denuncia como "gobiernos paralelos" creados por el chavismo, que quitan atribuciones a sus dirigentes electos en un país federal.
La reunión contó con la asistencia de los cancilleres de Colombia, María Angela Holguín, y de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, que participan como facilitadores en nombre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), además del nuncio apostólico.
"Si algo se va muy fortalecido de esta reunión es la convicción de que los venezolanos tenemos la obligación de convivir. No tenemos un país de repuesto", dijo Aveledo quien destacó la "didáctica intervención" de Holguín que se refirió al medio siglo de choques fratricidas que tuvo su país.
Esta fue la cuarta reunión entre gobierno y oposición desde el 7 de abril, cuando celebraron su primer encuentro a puerta cerrada, y tres días después encabezaron un debate de seis horas difundido por cadena obligatoria de radio y televisión.
Desde la tercera reunión, la semana pasada, los encuentros han sido privados, con anuncios posteriores a la prensa, sin posibilidad de preguntas. Maduro participó en las dos primeras reuniones, mientras que la semana pasada la delegación del gobierno fue encabezada igualmente por Arreaza.
Las protestas antigubernamentales mantienen algunos focos esporádicos en la zona este de Caracas.