El gobierno turco anunció el levantamiento de sanciones contra Francia a raíz de una polémica sobre la cuestión armenia, y manifestó su voluntad de pasar la página de las malas relaciones bilaterales que caracterizaron la presidencia de Nicolas Sarkozy.
El primer ministro Recep Tayyip Erdogan "ha dado instrucciones necesarias luego de su encuentro con el presidente (François) Hollande(...). Las sanciones ya no están actualizadas a raíz de la nueva posición de Francia", dijo el canciller, Ahmet Davutoglu a la red noticiosa CNN-Türk.
Davutoglu se refería al encuentro entre Erdogan y Hollande en Rio de Janeiro, al margen de la cumbre Rio+20.
En ese encuentro, Erdogan invitó a Hollande a visitar Turquía, y le recordó que la última visita de un mandatario francés ocurrió hace 20 años, de acuerdo con la agencia de prensa Anatolia. Hollande habría respondido que un viaje sería "un privilegio".
Los dos dirigentes también reafirmaron la importancia de abrir una nueva página en las relaciones bilaterales, agregó la agencia.
Las relaciones bilaterales entraron en colapso después que la Asamblea Nacional francesa aprobó una normativa que tornaba crimen la negativa del genocidio armenio durante el imperio otomano (1915-1917), matanza que el Estado turco niega con energía.
El texto fue posteriormente vetado por el Consejo Constitucional francés, pero ya Turquía había anunciado la suspensión de toda cooperación política y militar con Francia.
A pesar del anuncio de esas sanciones, la cooperación política continuó entre los dos países, en particular por la situación en Siria, país que tiene 900 km de frontera con Turquía y que constituye una de las prioridades de la diplomacia francesa.
En su entrevista con CNN-Türk, Davutoglu también indicó que viajaría a Francia el 5 de julio.
Según una fuente diplomática turca, Davutoglu se quedará en París el 6 de julio para participar en una reunión del grupo de "Amigos de Siria" que milita a favor de una transición democrática en ese país.
Las relaciones entre Francia y Turquía atravesaron momentos difíciles durante el quinquenio de Nicolas Sarkozy, por la resuelta oposición del presidente francés al ingreso de Turquía a la Unión Europea.
La posición de Hollande sobre el tema es menos tajante.
El presidente francés fue prudente sobre una eventual adhesión de Turquía a la UE durante su campaña electoral, pero el gobierno turco desea dinamizar las relaciones, lo que permitiría sacar del punto muerto las negociaciones con la UE iniciadas en 2005. Ankara espera que París levante su veto a algunos capítulos de las negociaciones.
El proceso de negociación entre Ankara y la UE está en un punto muerto. Sólo 13 de los 35 capítulos de las negociaciones fueron abiertos.