El chino Wang Haitao disfrutó los Juegos Paralímpicos en Río de Janeiro desde su silla de ruedas, y presenciar las victorias de los atletas le hizo recordar sus propios momentos de gloria en el podio.
Wang, de 28 años de edad y atleta, está paralizado de la cintura hacia abajo a causa de la polio. Wang ha practicado curling durante ocho años como parte de la selección de la provincia de Heilongjiang y de la selección nacional. Su esfuerzo ha contribuido a que la selección nacional gane varias medallas en los campeonatos mundiales de curling para discapacitados.
"Me impresionó mucho cuando vi que algunos jugadores tenían discapacidades que afectaban sus brazos. Eso vuelve todavía más difícil su participación en las competencias, pero aun así lo hacen con mucho esfuerzo", dijo Wang.
China envió a 307 atletas a los Paralímpicos de Río. Los deportistas chinos ganaron 107 medallas de oro y 239 en total, con lo que se convirtieron en los líderes en ambos rubros por cuarta ocasión consecutiva. Las redes sociales de China estuvieron inundadas de elogios para los atletas paralímpicos, quienes demostraron que el entrenamiento constante rinde frutos.
La presidenta de la Federación de Personas Discapacitadas de China (Fpdch), Zhang Haidi, indicó que el éxito de los deportistas también es un reflejo de los derechos y oportunidades mejores de que disfrutan los discapacitados en el país.
Hacer frente a la pobreza
Li Hulian, quien vive en una aldea de pescadores en la provincia de Jiangxi, este de China, sufre parálisis cerebral. Debido a que pertenece a una familia pobre, su vida ha sido difícil, y los gastos médicos y las cuotas académicas para sus dos hijos le han añadido otra carga.
En China, existen alrededor de 85 millones de discapacitados, 70 por ciento de los cuales viven en áreas rurales. El peso de la pobreza es particularmente agobiante para ellos.
Desde el año pasado, Li ha recibido ayuda continua del gobierno local. Su hogar es parte del programa de alivio de la pobreza que ofrece a cada uno de sus hijos 2.000 yuanes (alrededor de 300 dólares) en becas educativas anuales. Su esposa asistió a un curso de capacitación gratuito ofrecido por el gobierno, que le ayudó a conseguir un empleo mejor pagado. Li también ha recibido medicamentos gratuitos a partir de este año.
De 2012 a 2015, 4,96 millones de personas rurales pobres con discapacidades fueron sacadas de la pobreza y 3,17 millones de residentes rurales discapacitados pobres recibieron capacitación, de acuerdo con un informe del gobierno publicado en junio sobre derechos humanos durante el periodo.
La pobreza entre los discapacitados no es un problema nuevo y China ha invertido muchos recursos para resolverlo.
"La pobreza no es la única dificultad para los discapacitados, pero es la más grave y fundamental. La discapacidad convierte a la pobreza en un problema de largo plazo que es grave y difícil de solucionar", señaló Zheng Gongcheng, un profesor que estudia temas de discapacidad en la Universidad Renmin de China.
Zhang Haidi coincide. Para ella, solucionar el problema de la pobreza es la meta básica de la Fpdch. "Continuaremos este trabajo a través de métodos más científicos y haremos más investigación para apoyarlo", dijo.
Garantizar la igualdad
En agosto, el gobierno central publicó un plan para brindar un mayor apoyo a los discapacitados y delineó las formas de mejorar sus vidas durante los próximos cinco años.
Aparte de resolver el problema de la pobreza, el plan subraya una mejor protección para asegurar derechos iguales, especialmente en lo que se refiere a contratación laboral.
Wang coincide en que aunque se ha logrado progreso, los discapacitados siguen enfrentando obstáculos cuando buscan trabajo.
"Conozco a algunos amigos discapacitados que siempre están en casa y se han vuelto poco sociables", comentó Wang.
El plan de cinco años no sólo estipula derechos iguales para los discapacitados sobre reclutamiento laboral, sino que también alienta a las instituciones locales a incrementar las oportunidades en educación, recreación y deportes.
Zheng dijo que no sólo es importante asegurar un nivel de vida básico para los discapacitados sino también cubrir sus necesidades intelectuales y emocionales a través de su participación como miembros de la sociedad con derechos iguales.