"Tratamiento y no cárcel para un drogadicto” | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Diciembre de 2012

“La Guerra Global contra las drogas ha fracasado”, dice carta pública de la Fundación Beckley, firmada por el Presidente.

 

Al referirse al problema del consumo de droga, el presidente Juan Manuel Santos expresó que “si un hijo mío, Dios no lo quiera, se vuelve drogadicto, prefiero mandarlo a una institución a que lo curen y no a la cárcel. Creo que hay una gran diferencia de lo uno a lo otro. En la cárcel posiblemente lo corrompan más y lo tuerzan más”.

Las declaraciones del jefe de Estado corresponden a su intervención ayer en un foro que se realizó en el Congreso con motivo del Día Internacional de la Lucha contra la Corrupción.

 

El Mandatario sostuvo que la política antidrogas diseñada y ejecutada por Colombia es “tal vez la más afectiva del mundo entero”, entre otras razones porque ha atacado este flagelo en todos los eslabones de la cadena, desde la producción, el procesamiento y el tráfico, hasta todo lo que tiene que ver con actividades del crimen organizado como el lavado de dólares.

“Toda la cadena. Casi que nos hemos especializado en cada uno de los eslabones. Y hemos sido bastante efectivos, porque ya no existen los grandes carteles. El problema que teníamos de una democracia casi que arrodillada frente a los carteles, eso ya no es una realidad”, indicó.

 

“Ya no son los grandes capos sino que son cartelitos chiquitos, rodeados por todos lados y diseminados por todo el territorio: las famosas bandas criminales, que son bandas al servicio del narcotráfico, que estamos combatiendo con toda la contundencia”, agregó.

 

Fracaso

El presidente Santos se refirió a la iniciativa que busca abrir la discusión mundial para buscar mejores alternativas en la lucha contra las drogas, después de 40 años de haber declarado esa lucha en las Naciones Unidas.

El Mandatario se refirió a un documental sobre el tema que se dio a conocer anoche en el Reino Unido y que apareció junto con una carta pública firmada por el presidente Santos, “haciendo eco a ese llamado de tener una discusión a nivel mundial para buscar mejores alternativas de las que tenemos en este momento en la lucha contra las drogas”.

 

En la citada Carta Pública de la Fundación Beckley, cuyo primer firmante es el presidente Santos, se afirma que “cincuenta años después de que fuera lanzada la Convención Única sobre Estupefacientes de las Naciones Unidas en 1961, la guerra global contra las drogas ha fracasado, y ha tenido numerosas consecuencias involuntarias y devastadoras a nivel mundial”.

“El uso de los estupefacientes controlados más importantes –agrega la misiva– ha aumentado, y su suministro es más barato, más puro y más accesible que nunca. De forma conservadora, las Naciones Unidas estiman que hoy en día hay 250 millones de consumidores de drogas en el mundo. Las drogas ilícitas constituyen actualmente la tercera industria más rentable del mundo, después de la industria alimenticia y el petróleo, con un valor estimado de más de 350.000 millones de dólares anuales, completamente bajo el control de criminales”.

 

“La lucha contra las drogas le cuesta al contribuyente mundial incalculables billones por año. Hay millones de personas en prisión a nivel mundial por delitos relacionados con estupefacientes, por lo general consumidores y traficantes menores. La corrupción entre los políticos y aquellos encargados de velar por el cumplimiento de la ley, especialmente en los países productores y de tránsito, se ha extendido como nunca, poniendo en peligro la democracia y la sociedad civil. La estabilidad, seguridad y desarrollo se ven amenazados por las consecuencias de la lucha contra las drogas, y lo mismo sucede con los derechos humanos. Decenas de miles de personas mueren cada año en la guerra contra las drogas”, sostiene el documento.

 

La citada Carta Pública considera además que “el mejoramiento de nuestras políticas de drogas es uno de los desafíos clave de nuestro tiempo. Es tiempo de que los líderes mundiales evalúen de manera fundamental las estrategias con las que han respondido al fenómeno de las drogas”.

Y concluye: “Ya que no podemos erradicar la producción, demanda o uso de drogas, debemos encontrar nuevas maneras de minimizar los daños. Es imperativo estudiar nuevas políticas basadas en evidencia científica. Rompamos con el tabú del debate y la reforma. Éste es el momento de actuar”.

 

Lucha

Durante el foro, el Mandatario reiteró que mientras se da esta discusión y el mundo decide qué hacer respecto a este tema, Colombia mantendrá la lucha contra las drogas de manera contundente, como lo ha venido haciendo.

 

“En el caso colombiano, tengo clarísimo que mientras esa discusión se da, y si logramos que la comunidad internacional y todos descubramos una mejor alternativa, mientras tanto no tenemos opción diferente a continuar nuestra lucha como la venimos ejecutando en los últimos años, donde –repito– hemos sido relativamente efectivos”, dijo.

Y puntualizó: “¿Por qué? Porque infortunadamente para nosotros este es un problema de seguridad nacional. Es la fuente de toda la violencia que estamos viendo, que es alimentada por el narcotráfico. Y si nosotros bajamos la guardia, inmediatamente nuestros enemigos se van a fortalecer. Por eso no tenemos alternativa diferente a continuar con esa lucha, de forma determinada y contundente”.