Ahora empieza la etapa más difícil del proceso de paz, sostuvo este martes el presidente Juan Manuel Santos, luego de que la Misión de la ONU sacara el último el contenedor con las armas de las Farc, desde Pondores, vereda de Fonseca, en La Guajira.
Tras manifestar que “la dejación de armas en los contenedores realmente termina, es un momento histórico. Hoy comienza una fase nueva en la nación, hoy comienza la construcción de un nuevo país”, Santos anotó que “tenemos que internalizar esta oportunidad” y que “es un punto de inflexión, depende de nosotros y del resto de los colombianos reconciliarnos, dejarnos de ver como enemigos, respetando nuestras diferencias”.
“Ha sido un proceso difícil, construir la paz no se hace de la noche a la mañana, requiere de responsabilidad, perseverancia y pasión”, expresó Santos.
Dejación de armas
El mandatario encabezó el acto acompañado por el jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault, ocho meses después de la firma del acuerdo de paz.
“Pueden cerrar”, expresó el mandatario a los delegados de la ONU que clausuraron la puerta del contenedor y él mismo puso el candado a la bodega metálica en la que salieron de la zona las armas del grupo guerrillero, que servirán para fabricar monumentos de paz.
“Aquí estamos viendo que lo imposible fue posible”, añadió el jefe de Estado, quien estuvo acompañado por el saliente alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo y su sucesor en ese cargo Rodrigo Rivera.
En el acto intervinieron también el general Javier Pérez Aquino, jefe de Observadores de la ONU, así como Luciano Marín, alias Iván Márquez; Félix Antonio Muñoz, alias Pastor Alape; y Milton de Jesús Toncel, alias Joaquín Gómez.
“Esto realmente encamina el país hacia una nueva etapa”, expresó Arnault.
A partir de la fecha, las Zonas Veredales en las que se concentraron los guerrilleros desmovilziados se convierten en Zonas de Reincorporación y Capacitación.
"Esto es realmente un momento histórico para el país. Llevamos 198 años de vida republicana. Nunca habíamos tenido un conflicto tan largo y hoy efectivamente es el último suspiro de ese conflicto", destacó Santos.
Marín anunció por su parte que esa organización deja la lucha armada para hacer política, conforme a los acuerdos de paz suscritos en noviembre tras cuatro años de negociaciones en La Habana.
"Dentro de poco estaremos realizando el congreso fundacional del nuevo partido político que seguramente se llamará Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia", anticipó.
El acto de lanzamiento está previsto para el 1 de septiembre en Bogotá, y allí deberá oficializarse el nombre del nuevo movimiento de izquierda.
Extracción de armas
Arnault dijo que con la salida de los contenedores con armamento de las Zonas Veredales, efectuada este martes, “culmina el proceso de extracción de todas las armas que estaban en los campamentos de las Farc”.
“En estos contenedores, la misión, hasta la fecha ha contabilizado 8.112 armas y casi un 1.300.000 cartuchos incinerados”, afirmó el funcionario.
Igualmente se entregaron las “armas recabadas a lo largo del proceso de creación de caletas”, añadió Arnault.
Hoy concluyó el proceso de extracción de la totalidad del armamento y chatarra de munición existente en los 26 campamentos de las Farc, así como el recolectado de las caletas hasta la fecha.
Además de la operación que se llevó a cabo en Pondores, se ejecutaron operaciones de extracción en cuatro zonas: La Reforma, Yarí, La Guajira y La Variante.
En el evento se entregó un balance que muestra “el éxito del trabajo que se ha realizado de manera conjunta con las Farc y la Fuerza Pública en estos dos meses”, expresó Arnault.
Balance
“Hasta la fecha hemos contabilizado 795 armas, 293.803 municiones de diferente calibre de armas ligeras, 22 toneladas de explosivos diversos”, precisó el delegado de la ONU.
“25.216 metros de cordón detonante y mecha lenta, 3.957 granadas de mano y de 40 mm, 1.846 minas antipersonales, 27.282 iniciadores – estopines y 1.130 municiones de mortero entre lo que se identifica 81 mm, 60 mm y cohetes”, agregó el jefe de las Naciones Unidas en Colombia.
Igualmente, hasta la fecha 510 de estas caletas han sido exitosamente recogidas.
“Quiero reportar que hoy se concluye la destrucción de todo el material inestable que se ha encontrado en los 26 campamentos incluyendo minas antipersonales, granadas, explosivos, entre otros”, añadió.
Explicó que el proceso de desarme se realizó por medio de 16 operaciones aeroterrestres, 10 operaciones terrestres, más de 50 horas de vuelo de los tres helicópteros de las Naciones Unidas, y la colaboración de las Farc y la Fuerza Pública
“Estas son unas cifras muy importantes, porque demuestran el proceso exhaustivo de dejación de armas dentro del proceso realizado en esta etapa”, continuó Arnault.
“Y como dijo el presidente hace un minuto: este paso realmente encarrila el país hacia una nueva etapa”, concluyó.
Una vida civil
Por lo pronto, los excombatientes comenzarán su vida civil en las 26 zonas de desarme, que pasarán a ser conocidas como "espacios territoriales de capacitación y reincorporación" y estarán bajo vigilancia de las fuerzas armadas.
"La apuesta nuestra es que la inmensa mayoría, a partir de que logremos generar proyectos colectivos económicos, permanezca en esas zonas e incluso vengan las familias (...) a vivir en esas zonas", dijo recientemente a la AFP Carlos Antonio Lozada, otro dirigente de las Farc.
Para este martes también está previsto que la organización entregue el listado definitivo de bienes para reparar a las víctimas, y salgan de las áreas los niños combatientes que aún quedan bajo protección de los guerrilleros.
Hasta el momento el Estado ha recibido a 88 menores.
Sin embargo, la nueva etapa enfrenta múltiples desafíos que van desde la seguridad física de los excombatientes hasta el lento proceso de amnistía para centenares de presos.
En Pondores, Marín denunció que en los últimos dos días fueron asesinados dos miembros de las Farc. La Fundación Paz y Reconciliación, que da seguimiento al pacto de paz, calcula que siete rebeldes murieron durante el proceso de desarme.
"Luego viene la seguridad económica, que es donde tenemos mayores problemas hoy día; los guerrilleros no saben qué va a pasar pasado mañana con ellos", dijo a la AFP Ariel Ávila, director de la Fundación.
Una vez terminada su historia militar, las Farc se aprestan a hacer política y a enfrentar la justicia.
Los rebeldes y agentes del Estado se someterán a una jurisdicción especial de paz que prevé sanciones alternativas a la cárcel para quienes confiesen crímenes, reparen a las víctimas y se comprometan a nunca más ejercer la violencia.
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