Ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, dice que no se debe entender como una “negociación”
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Con mensaje de urgencia se tramitará la ley de acogimiento para las Bacrim. El ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, señaló que el proyecto de ley contra las bandas criminales no se puede entender como una “negociación” y reiteró que es una iniciativa para el sometimiento o acogimiento. “Lo que busca el proyecto de ley es dar herramientas para que no se produzca un desbordamiento y se desarrollen mecanismos que sean expeditos”, dijo el Ministro.
El proyecto de ley señala que se entenderá por bandas criminales aquellas que tengan una estructura de mando, lo cual les permita cometer operaciones militares de cierto impacto más allá de meros disturbios que controlen una zona del territorio, lo cual les permita cometer operaciones militares de cierto impacto más allá de meros disturbios. Así mismo, se entiende el grupo integrado por mínimo tres personas concertadas para cometer delitos graves como el tráfico de armas, narcotráfico o la trata de personas.
Para obtener los beneficios de rebaja de pena y conservar una pequeña parte de los bienes que han obtenido en su accionar criminal, el proyecto exige que los grupos en el terreno de combate se sometan de “manera eficaz” y que en plano judicial elijan la vía de la “sentencia anticipada”.
Dentro de aportes concretos que deben hacer los grupos están una serie de requisitos como la entrega del armamento en caso de poseer información completa sobre su área de influencia, actividad delincuencial, el listado general y detallado de cada uno de sus miembros, y uno particular sobre los menores de edad integrantes así como el informe de los bienes.
De igual forma, la iniciativa de norma exige a las bandas criminales que se sometan a la justicia revelar las redes de apoyo en que el grupo se soporta, esto es testaferros, rutas de narcotráfico, socios y demás aliados criminales. El proyecto además señala que la extradición queda en pie, ningún miembro sometido quedará blindado de frente a esa posibilidad.
Etapas
El proyecto de ley fija tres etapas para el sometimiento de las bandas criminales a la justicia, la primera de las cuales son los “acercamientos” a cargo del Gobierno nacional. En esta un delegado será enlace con los grupos que manifiesten interés, este les informará sobre los beneficios y consecuencias del proceso de sujeción a la justicia, tras lo cual los delincuentes deberán firmar una serie de actas individuales en las que se comprometen a aceptar los delitos que cometieron, a no reincidir en estos y a hacer entrega de “todos los elementos ilícitos en su poder”.
La primera etapa prevé para el proceso de desmovilización que cada grupo se ubique en unas “zonas de reunión”, que tendrán carácter temporal. En dichas zonas y por el tiempo que se dan las reuniones de acercamiento no podrán ejecutarse las órdenes de captura aunque “si alguna persona decide dejar las zonas de reunión y tuviere orden de captura suspendida, esta será reactivada y materializada inmediatamente”, advierte el proyecto.
La segunda se denomina “etapa de judicialización” en la cual la Fiscalía recibirá el compendio de información recaudada por el Gobierno sobre cada grupo así como cada una de las actas de sujeción individual.
La posibilidad de abordar un nuevo frente en el propósito de librar al país de los actores ilegales armados se abrió para la administración Santos a principios de septiembre pasado, cuando el máximo cabecilla del llamado ‘Clan del Golfo’, Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, envió una misiva al Jefe del Estado manifestando el interés que él y los integrantes de su organización tenían de someterse a la justicia.