Socialismo Distrital.Para quienes están convencidos de que la labor desarrollada por el alcalde Gustavo Petro durante los primeros diez meses de su mandato es un saludo a la bandera, cabe recordarles que la tarea del hombre del Liévano no ha sido en vano. Fiel a su ideología, coherente con lo que siempre ha pensado, está cambiando a Bogotá, sin que nadie diga nada, salvo las voces aisladas de Juan Carlos Flórez, Jorge Silva Durán y Orlando Parada, quienes se han quedado hablando solos, pues todavía no hemos podido interpretar el significado del paso de Gina Parody como consejera (presidencial) para el Distrito y si la ex candidata a la Alcaldía está defendiendo al Alcalde o le hace oposición disimulada.
Metas.Cuando hablamos del socialismo distrital, lo decimos porque el alcalde Petro se propone con su banco Muisca, el otro Corabastos, la resurrección de la EDIS, el transporte subsidiado, el suministro de agua gratis, periódico propio y agencia de publicidad propia, lo que en plata blanca significa que el caballo de troya que está entronizando lenta e imperceptiblemente es un hecho tangible.
Freno.En enero, al comenzar su gobierno, Petro pretendió descarrilar la Empresa de Energía de Bogotá y especular con la movilidad (unas veces en Metro y otras en tranvía) mientras entretenía al pueblo con todas estas propuestas. Introdujo la parálisis de la construcción, frenando la expedición de licencias y dejando sin agua a los proyectos de vivienda, con el lema escondido “frenar, parar y obstaculizar”.
Sucursal caraqueña.Bogotá se está convirtiendo en la nueva Caracas de la altiplanicie cundiboyacense, sin que la gente proteste. El alcalde dejó a Bogotá sin corridas de toros, ofreciendo a cambio actividades culturales en la Plaza Santamaría, que no se ven por ninguna parte, mientras otros dicen que ni raja ni presta el hacha. Uno más sostiene que la gestión hay que leerla entre líneas: primero dijo que no trabajaría con un Concejo de corruptos y luego, subiéndolos al tranvía de la alegre burocracia, con un secretario de Salud que hace populismo con los hospitales, así las gentes no alcancen a acceder a los primeros auxilios.
Debate sanitario.Petro prepara un debate con las denuncias que sobre corrupción en el sistema sanitario capitalino guarda bajo la manga. Recordemos que ha logrado confundir a los directivos de Santa Fe y Millonarios al convencerlos de que el fútbol no es un espectáculo de multitudes, hecho que no generó ninguna protesta; con los mítines al sistema de Transmilenio que no disipa con una rodadita por el sistema vial de la 26. Mejor dicho: Petro resultó haciendo posible pasar de la “robolución” pasada -dígase la de los Moreno Rojas- a la revolución tardía de Caracas y La Habana a Bogotá. Todo bajo la sombrilla del presidente Santos, con quien hace quórum para sacar de circulación a sus opositores David Luna, Carlos Fernando Galán y Gina Parody, montados también en el tranvía de la felicidad burocrática.