El ministro de defensa Juan Carlos Pinzón acusó este martes a la guerrilla de las FARC, con la que el gobierno realiza una negociación de paz, de cometer un crimen de lesa humanidad con el secuestro de dos policías el pasado viernes.
"Aquí lo que queda en evidencia una vez más es que (....) las FARC lo único que hace consistentemente es cometer graves violaciones a los derechos humanos, atacar a la población civil, afectar a los más pobres y cometer crímenes de lesa humanidad como este grave secuestro", dijo Pinzón en una declaración a periodistas tras reunirse con familiares de los dos secuestrados.
Los patrulleros de la Policía, Cristian Yate, de 21 años, y Víctor González, 22 años, fueron secuestrados el viernes entre los municipios de Pradera y Palmira, departamento del Valle del Cauca.
El general José Roberto León, director de la Policía colombiana, atribuyó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el secuestro y la responsabilizó por la vida de los uniformados, según manifestó el martes durante una ceremonia de ese cuerpo armado.
Pinzón, quien aseguró que "estamos realizando todos los esfuerzos necesarios para regresarlos al seno de sus familias", instó a los colombianos a "exigir a los miembros de las FARC el pronto regreso a sus hogares de estos muchachos".
El secuestro de los dos uniformados ocurre en momentos en que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos adelanta desde noviembre de 2012 en Cuba una negociación con las FARC, encaminada a ponerle fin al conflicto armado con esa guerrilla, la más antigua de América Latina.
Esas negociaciones se realizan sin que medie un cese bilateral al fuego, aunque las FARC realizaron entre el pasado 20 de noviembre y 20 de enero una tregua unilateral como muestra de su "buena voluntad" con las negociaciones, pero que según Pinzón y organizaciones no gubernamentales (ONG) violaron en varias ocasiones.
En febrero de 2012 las FARC anunciaron su renuncia al secuestro extorsivo de civiles y liberaron a los últimos 10 policías y militares que aseguraron tenían en su poder.
AFP/ENS