Cerca de 60 personas murieron este martes en ataques contra barrios en manos del gobierno sirio en Damasco y Homs, y por otro lado se iniciará una investigación internacional para comprobar acusaciones contradictorias de ataques con cloro.
En Homs, controlada en gran parte por el ejército regular, por lo menos 45 personas murieron y 85 resultaron heridas en un atentado con coche bomba y con un disparo de cohete, anunció el gobernador, Talal al-Barazi.
La violencia fue en el barrio de Zahra, que tiene mayoría alauita, confesión a la que pertenece Asad, precisó el gobernador a la AFP.
El coche bomba causó 36 muertos y 75 heridos, y media hora más tarde, durante la evacuación de las víctimas, un cohete de fabricación artesanal causó nueve muertos y diez heridos, añadió.
El Observatorio sirio de derechos humanos (OSDH) registró por su lado 37 civiles muertos, entre ellos mujeres y al menos 5 niños, y unos 80 heridos en Zahra.
En Homs, tercera ciudad de Siria y apodada la "capital de la revolución" a inicios de la revuelta en 2011, los rebeldes solo controlan el centro de la ciudad, hoy en ruinas, y dos barrios periféricos.
En Damasco, 14 personas murieron y 86 resultaron heridas por cuatro obuses disparados por "terroristas" contra un instituto de estudios religiosos en la Vieja ciudad, afirmó la agencia oficial Sana.
En la terminología oficial, la palabra "terrorista" designa a los opositores y rebeldes que buscan derrocar al régimen.
La OSDH registró 17 muertos y decenas de heridos, entre ellos 14 en estado crítico.
Según una fuente de Waqf (bienes religiosos), los obuses alcanzaron el Instituto Badr al-Din al-Hussein, que da enseñanza religiosa a adolescentes sirios y extranjeros.
Los rebeldes, implantados en los suburbios de Damasco, lanzan por lo regular obuses contra la capital mientras el ejército regular realiza ataques contra sus posiciones.
La Organización para la prohibición de las armas químicas (OIAC) anunció el martes que iniciará una investigación para determinar acusaciones de ataques con uso de cloro.
"La salida del equipo está prevista en breve", agregó la organización, que supervisa ya el desarme químico de Siria.
La OIAC precisó que el gobierno sirio había "aceptado la instalación de esta misión" y se "comprometió a asegurar la seguridad en las zonas bajo su control".
Francia y Estados Unidos acusaron al gobierno sirio de haber utilizado un producto industrial tóxico en ataques contra los rebeldes en el centro del país.
El régimen responsabilizó a los rebeldes.
Pese a la violencia, las candidaturas aumentan para la elección de junio, con 11 aspirantes, incluso si la victoria de Bashar al-Asad no se pone en duda.
El Parlamento sirio anunció el martes cuatro nuevos candidatos, entre ellos uno cristiano, a la elección presidencial prevista el 3 de junio.
Pese a los numerosos candidatos, el resultado de la votación no deja al parecer duda alguna: Asad será reelegido para un tercer mandato de siete años al término de una votación organizada en las zonas controladas por el régimen.
El plazo para presentar las candidaturas expira el jueves en la noche.
El presidente del Parlamento, Mohamed al Lahham, leyó el martes ante los diputados los nombres de los cuatro nuevos candidatos: Alí Wanus, Talea Salah Nasser, Azza al-Hallak y Samih Mikhael Musa, un cristiano.
Estas cuatro personas, como los otros candidatos, no son conocidos.
Se trata de la primera elección presidencial desde hace más de medio siglo.
Asad y su padre Hafez, quien dirigió Siria con mano de hierro de 1970 a 2000, fueron nombrados tras referéndums.