El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que China tiene que respetar las "reglas vigentes" de la economía mundial, en su reunión con el vicepresidente y probable futuro líder del país asiático, Xi Jinping, en el Salón Oval de la Casa Blanca.
Obama se refirió con mucho tacto a las tensiones comerciales y al tema de los derechos humanos entre los dos gigantes comerciales y afirmó que Washington pretende mantenerse seguir siendo una potencia clave en la región de Asia-Pacífico, pese a la ascensión de China.
Sin embargo, resaltando la voluntad de cooperación, Obama dijo que "el extraordinario desarrollo (de China) en las últimas dos décadas" trajo un creciente poder y prosperidad, pero también "aumentó las responsabilidades" de Pekín.
Queremos trabajar con China para asegurarnos que todos están trabajando mediante las mismas reglas "en relación al sistema económico mundial", afirmó Obama, junto a Xi durante su encuentro.
"Esto incluye asegurarse de que haya un intercambio comercial fluido no sólo entre Estados Unidos y China sino en todo el mundo", expresó Obama.
El líder estadounidense se refirió también a cuestiones como los derechos humanos, y afirmó que su país continuará "insistiendo en lo que creemos que es importante, la materialización de las aspiraciones y los derechos de todos".
El valor del yuan, que Washington considera que Pekín altera para ganar competitividad comercial para sus exportaciones, constituye uno de los principales temas de controversia entre las dos grandes potencias económicas, junto a los asuntos relativos a la propiedad intelectual.