Dando como ejemplo que la reducción en los homicidios “es superior al 10 por ciento”, el alto Consejero Presidencial para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana, Francisco José Lloreda, expresó que ya se empiezan a visibilizar los resultados de la Política de Seguridad Ciudadana.

Para Lloreda es claro que ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla presentan “unos indicadores que reflejan reducción en materia de criminalidad, pero también que muestran una tendencia que es promisoria”.

El alto funcionario precisó que “no significa que en éstas como en otras ciudades no tengamos desafíos, pero sí reafirma que estamos en el camino correcto”.

EL NUEVO SIGLO:¿Cuál es el mayor reto para la Política de Seguridad Ciudadana?

FRANCISCO JOSÉ LLOREDA: Los delitos que afectan de manera directa a los ciudadanos, incluyendo por supuesto el hurto a personas, al comercio y a las residencias y es lo que ha llevado al Gobierno a definir estrategias contra estas modalidades.

ENS: ¿Cuál es el delito de mayor impacto para el ciudadano?

FJLL: Depende un poco de la ciudad de la que estemos hablando. En algunas de ellas los homicidios siguen siendo altos, en otras es el hurto a personas y en particular el robo de celulares. Sin embargo el principal desafío en otras es la extorsión. Depende de la ciudad, no podríamos, ni tampoco es pertinente, la generalización.

ENS: ¿Ya se notan resultados de la Ley de Seguridad Ciudadana?

FJLL: La Ley es un instrumento más de la Política, y en relación con la Política claro que hay unos resultados que empiezan a visibilizarse y unas acciones que se han ido implementando.

Le doy algunos ejemplos: en lo corrido del año hemos logrado una reducción importante en los homicidios, que es superior al 10 por ciento; similar ocurre, incluso, con el hurto común.

Cuando examinamos ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, que son las que unidas a lo largo de los años más aportan a la criminalidad, vemos en ellas unos indicadores que reflejan notable reducción en materia de criminalidad y muestran esa tendencia, que es promisoria.

Eso no significa que en éstas como en otras ciudades no tengamos desafíos, pero sí reafirma que estamos en el camino correcto. La Política de Seguridad Ciudadana se ha venido implementando no sólo en lo que concierne a las entidades nacionales, sino también en el trabajo con las ciudades y estamos en este momento trabajando de manera cercana con 16 de las 20 ciudades que hemos priorizado en el país.

ENS: ¿El programa que lanzaron ‘Yo le Juego Limpio a Colombia’ tiene algo que ver con el TLC con Estados Unidos?

FJLL: No surge en razón de la entrada del TLC, pero en la medida en que Colombia se abre nuevos mercados y que esos son exigentes en cuanto a estándares, entonces es importante buscar el cumplimiento de principios como los que se están impulsando.

El origen de esta campaña es el siguiente: en el marco de la Política tenemos claro que al tiempo del fortalecimiento de la acción policial, de las  intervenciones focalizadas en materia de prevención social y del mejoramiento de la labor de los operadores de justicia es necesario afianzar una cultura de la legalidad en el país. Dicho de otra manera, si los colombianos cada día no estamos más comprometidos con una cultura de la legalidad, los avances en materia de seguridad y convivencia no van a ser tan importantes como quisiésemos.

Entonces, la Alta Consejería -desde el año pasado- y en el marco de la Política Nacional de Seguridad y Convivencia ha incluido una estrategia de cultura y legalidad.

Buscamos al Ministerio de Comercio porque creemos que el punto de partida de esta campaña debe ser el sector empresarial, y lo trabajamos de la mano de algunas empresas del sector privado que entienden la importancia.

Nuevos tipos penales

Frente a iniciativas para enfrentar con nuevos tipos penales los fenómenos delincuenciales, como es el caso de los ataques con ácido, el Alto Consejero dijo que es inevitable que en la medida en que las sociedades avanzan “la normatividad penal se ajuste a esas nuevas realidades o a los desafíos en materia de criminalidad. Similar ocurre con conductas reprobables como es el uso de ácidos contra las personas, que si bien se le puede aplicar alguno de los delitos ya existentes, en particular aquellos relacionados con lesiones personales, dada la gravedad de los mismos, pues lleva a pensar que se requiere un tipo penal aparte”.