EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo está la participación de la mujer en el Plan Nacional de Desarrollo?
ADRIANA MATIZ: Tenemos que decir que es la primera vez que un Plan Nacional de Desarrollo tiene un capítulo que es único para las mujeres. Está en el Pacto de la Equidad de la Mujer, el cual tiene ocho líneas. Sin embargo, cuando uno entra ya a revisar los pormenores del Plan Nacional de Desarrollo se encuentra que en el artículo cuarto del mismo está totalmente desfinanciado, es decir, no tiene recursos asignados.
Cuando nosotros preguntamos al Gobierno qué pasa con este pacto, nos dicen que las acciones o las líneas que hay allí contempladas están transversalmente en todo el plan. Después de hacer una tarea minuciosa y de revisarlo, encontramos que tres líneas efectivamente tienen transversalidad pero cinco no la tienen, es decir, se quedaron por fuera del plan, no tienen recursos para ser financiadas.
También hacemos una crítica fuerte en el tema de que no hay unas metas que se hayan establecido para las diferentes líneas o acciones que se vayan a llevar a cabo en pro de la mujer.
Por ejemplo, tenemos una línea que es la línea C y la H. La línea C que tiene que ver con el cuidado, una apertura de articulación y corresponsalidad, y en la primera entrega de las bases del plan se había dejado dos metas para esa línea que eran la brecha de tiempo dedicado a los quehaceres domésticos y la brecha de valoración económica del trabajo doméstico. Sin embargo, en el plan radicado ya no se incluyen.
Igual sucedió con la línea H, que es la igualdad de mujeres para la construcción de paz. La única meta que había quedado establecida era el acompañamiento psicosocial a las mujeres víctimas y tampoco está en el plan.
Esto lo que entra a evidenciar es que este pacto está enfocado en el cumplimiento de metas cualitativas más que cuantitativas y eso no va a permitir que se haga realmente una valoración de los resultados que se obtengan por parte de este Gobierno.
ENS: ¿Qué otros temas no contempla el Plan Nacional de Desarrollo con respecto a la mujer?
AM: En el Plan por ejemplo, hablamos de las escuelas de formación política y no se establece cómo se van a formalizar, con qué recursos y ese tema es supremamente importante en el tema de empoderamiento político de las mujeres.
En el tema de no más violencia contra las mujeres, nosotros hablamos de una ruta de atención integral de la mujer y se habla que se van a rediseñar 1.300 comisarías pero tampoco se establece ni cómo, ni cuándo, ni con qué recursos se van a rediseñar esas comisarias.
ENS: ¿El PND tiene en cuenta a la mujer rural?
AM: Es muy preocupante el tema de la mujer rural. El 93% de las mujeres rurales participan en actividades de trabajo doméstico no remunerado, el 20% de los créditos que otorgan en agro solamente fueron para las mujeres, pero además, las mujeres representan más del 40% de los hogares rurales dispersos con jefatura femenina, se encuentran en condición de pobreza.
Ante esa situación tan preocupante que vive nuestra mujer rural, era necesario que se establecieran unas acciones y políticas claras para beneficiar a la mujer rural y no las vemos en el plan, solamente vemos un tema enfocado en capacitación de economía financiera.
Estamos presentando una proposición que fortalece el tema de la mujer rural y otra que elimina la derogatoria que se está haciendo al Artículo 232 de la Ley 1753 de 2015.
ENS: ¿Cuál es el llamado al Gobierno?
AM: El llamado al Gobierno es que para cada una de las líneas que están previstas en el Pacto de Equidad por la Mujer se deje financiamiento, se dejen recursos estipulados para que estas puedan ser una realidad y no se sigan quedando las políticas de la mujer simplemente en discursos y en buenas intenciones, sino que sean políticas reales que se concreten para las mujeres de este país.