Los precios del petróleo se reforzaban ayer al cierre de las operaciones en Europa sostenidos por la esperanza de una acción de la FED y por medidas de estímulo de Pekín tras la publicación de datos no muy buenos en Estados Unidos y en China, los dos primeros consumidores de crudo del mundo.
Hacia las 16H00 GMT el barril de Brent de mar del Norte, negociado en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres, para entrega en octubre valía 114,89 dólares, en alza de 64 centavos con respecto al cierre del viernes.
El barril de West Texas Intermediate (WTI, designación del "light sweet crude" negociado en Estados Unidos) para entrega en octubre ganaba un centavo a 96,43 dólares.
"Es un comienzo de semana sin entusiasmo, que refleja la falta de envión en los mercados europeos a la espera de decisiones clave" el miércoles -un veredicto del Tribunal Constitucional alemán sobre el Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE) y la decisión de política monetaria de la Reserva Federal estadounidense (FED)-, observó Jack Pollard analista de Sucden.
Los inversores especulan sobre la posibilidad de medidas adicionales de parte del banco central para socorrer a una economíaestadounidense a la que le falta vigor, como lo demostraron los decepcionantes datos de empleo, inferiores a lo que estaba previsto en agosto en el país.
Además, las cifras oficiales publicadas ayer por China sobre las importaciones de crudo para agosto, lastradas por la desaceleración económica del país, cayeron más de 15% con respecto a julio, situándose en el más bajo nivel desde octubre de 2010, en 4,35 millones de barriles por día.
El conjunto de las importaciones chinas registraron el mes pasado una disminución inesperada y Pekín dio cuenta el domingo del alza más baja en los últimos tres años de su producción industrial en agosto, datos que confirman la desaceleración de la segunda economía mundial.