Las autoridades musulmanas decidieron mantener el boicot de la Explanada de las Mezquitas, un lugar santo del islam de Jerusalén Este, ocupado por Israel, a pesar de la retirada de los detectores de metales en la entrada, cuya instalación había desatado protestas y enfrentamientos.
Israel decidió retirar los detectores tras una intensa movilización diplomática internacional por temor a que los enfrentamientos de los últimos días se extienden a todos los territorios palestinos.
Una crisis diplomática con Jordania a raíz de un incidente mortal en la embajada de Israel en ese país habría influido también en la decisión.
En las primeras horas los obreros empezaron a desmontar los detectores en una de las entradas de la explanada, el tercer lugar santo del islam donde está situada la mezquita Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, indicó un periodista de la AFP en el lugar.
Desde hace días y como signo de protesta, cientos de musulmanes decidieron rezar en el exterior, donde varios miembros de las fuerzas de seguridad israelíes seguían vigilando la entrada del lugar santo, también para el judaísmo con el nombre de Monte del Templo.
"Lo que queremos y pedimos es que todo vuelva a ser como antes del 14 de julio", explicó Mohammed Hijazi, que vino a Jerusalén desde el norte de Israel hace unos días para participar en las manifestaciones.
"Cuando sea el caso, estaremos dispuestos a volver a rezar en la mezquita Al Aqsa", añadió.
Los detectores de metales fueron instalados el 16 de julio, dos días después de la muerte de dos policías a manos de tres árabes israelíes, que según las autoridades escondieron sus armas en la explanada.
El gabinete del primer ministro Benjamin Netanyahu aceptó "la recomendación de todos los organismos de seguridad de remplazar la inspección mediante detectores de metales por una inspección de seguridad basada en tecnologías avanzadas y otros medios".
A pesar de la retirada de los detectores, las autoridades musulmanas decidieron mantener el boicot y seguir rezando en las calles cercanas.
"No se entrará en la mezquita Al Aqsa en la Explanada hasta que un comité técnico del Waqf [el organismo que administra los bienes musulmanes] haga una evaluación de la situación y todo vuelva a como era antes del 14 de julio".
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, exhortó a los musulmanes de todo el mundo a "visitar" y "proteger" Jerusalén.
"Querría lanzar un llamamiento a todos mis conciudadanos y a los musulmanes del mundo entero: que todos los que tengan medios (...) hagan una visita a Jerusalén, en la mezquita Al Aqsa", declaró Erdogan. "Venid, protejamos todos juntos Jerusalén", añadió.
El presidente palestino, Mahmud Abas, afirmó que mantendrá la suspensión de la coordinación con Israel.
"A menos que todas las medidas vuelvan a como estaban antes del 14 de julio, no habrá cambios" indicó Abas en un discurso.
Los enfrentamientos estallaron en varias ocasiones la semana pasada entre manifestantes y las fuerzas de seguridad israelíes, dejando cinco palestinos muertos y decenas de heridos en Jerusalén Este y en Cisjordania, donde tres israelíes fueron asesinados por un palestino en una colonia.
La decisión de Israel llega tras las discusiones de las últimas horas con Jordania, oficialmente responsable de los lugares santos musulmanes de Jerusalén, que anuncio un acuerdo con Israel.
Una fuente gubernamental jordana informó de un "acuerdo" sobre la Explanada de las Mezquitas al que llegaron los dos países, permitiendo especialmente el regreso a Israel de un diplomático acusado de haber matado a dos jordanos el pasado domingo, después de haber sido atacado por uno de ellos en la embajada de Israel en Ammán.