La grave crisis es el escenario perfecto para reclutar mano de obra barata
Grupos irregulares colombianos son la principal fuente de empleo en las localidades del lado de Venezuela en la frontera mutua, informó este fin de semana Insight Crime.
Citando a su vez un informe de la Fundación Redes (Funda-Redes), Insight Crime precisó que estas organizaciones reclutan a venezolanos víctimas de la crisis y los usan para aumentar su poderío criminal y continuar su expansión.
Según la denuncia de Funda-Redes, grupos armados colombianos como el Eln o las disidencias del Epl (el GAO –grupo armado organizado– Los Pelusos) y las Farc, o locales como las Fbl, cuentan con más de 15.000 venezolanos que llevan a cabo actividades ilícitas para ellos en la frontera colombo-venezolana.
Niños y jóvenes
Las personas son captadas y utilizadas para el narcotráfico; microtráfico; contrabando de combustible; contrabando de oro, coltán y cobre; también son empleados como “gariteros” (vigilantes de los negocios ilegales). “Como pago reciben en promedio $50.000 diarios (unos 18 dólares)”, explicó el profesor Javier Tarazona, director de Funda-Redes.
El informe también advierte sobre el reclutamiento de niños y jóvenes en sectores fronterizos, quienes se ven obligados a abandonar las aulas en búsqueda de beneficios económicos debido a la grave crisis venezolana. La deserción escolar en las localidades ubicadas en la frontera es de 80%, según la fundación.
Además, el informe recoge que el Eln ha difundido material didáctico sobre sus actividades guerrilleras en entes educativos de cinco estados del país (Zulia, Táchira, Barinas, Apure, Bolívar y Amazonas); ha financiado la reparación de infraestructuras escolares desatendidas por el régimen venezolano, e incluso ha repartido cajas de alimentos por medio de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un programa de la dictadura.
El Eln también estaría consolidando su presencia a través de emisoras de radio. De acuerdo al documento, el grupo guerrillero maneja cinco emisoras de frecuencia modulada en el territorio venezolano que pueden ser escuchadas en seis estados del país.
Deserción escolar
Tarazona, comentó que el estado de habituación de las personas en localidades fronterizas a los grupos irregulares ha aumentado considerablemente en los últimos años.
Al analizar la situación, el informe de Insight Crime señala que el manejo de las diversas actividades ilícitas, que mantienen los grupos guerrilleros en la frontera colombo-venezolana, ha encontrado en la grave crisis económica que se vive en Venezuela el escenario perfecto para reclutar mano de obra barata, principalmente niños, adolescentes y migrantes desesperados.
De esta forma el Eln y las disidencias de las Farc, entre otros grupos, se han convertido en una de las principales fuentes de ingresos para los venezolanos más vulnerables.
Esto ha generado que 75% de los niños que abandonan las aulas por el deterioro del sistema educativo y la precaria situación económica terminen trabajando directa o indirectamente para estos grupos, según registros de Funda-Redes.
Igualmente, migrantes venezolanos que huyen a pie a través de la frontera se arriesgan a convertirse en víctimas de reclutamiento forzoso por parte de estos grupos, al buscar ingresos para sobrevivir.
Esta situación se suma al crecimiento acelerado de la presencia de los grupos irregulares en Venezuela. La expansión del Eln en más de la mitad del territorio, donde lleva a cabo diversas actividades criminales desde el contrabando hasta la minería ilegal, es un ejemplo.
Los aportes a instituciones educativas y la repartición de alimentos por parte de las guerrillas se configuran como un esfuerzo por parte de estos grupos criminales para calar en el imaginario social como organizaciones de esperanza y cambio social, necesario para continuar su expansión por el territorio venezolano y seguir ganando poder y espacios.
Aunque el régimen de Nicolás Maduro ha recibido múltiples denuncias sobre la presencia de grupos irregulares, la falta de acción de su hace presagiar que estas guerrillas continuarán con sus actividades criminales y empleando a venezolanos desesperados.