Colombia es un país de ciudades y así lo confirman los resultados finales del Censo Nacional de Población y Vivienda 2018, el cual muestra que en 12 capitales de departamento se supera el medio millón de habitantes. A su vez, cinco de estos centros urbanos tienen más de un millón de ciudadanos: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena.
Mientras que las otras ciudades que tienen entre 500.000 y un millón de habitantes son Bucaramanga, Cúcuta, Ibagué, Montería, Santa Marta, Valledupar y Villavicencio.
El Censo de Población 2018 que elaboró el DANE, tras algunos ajustes, llegó a la cifra de que Colombia tiene 50.372.424 habitantes, de los cuales el 77,1% vive en las cabeceras municipales, en tanto que 15,8% están dispersos en las zonas rurales y 7,1% en centros poblados.
Desde mediados del siglo pasado, Colombia enfrentó el fenómeno de que los campesinos emigraron a las florecientes ciudades debido a la industrialización y también, por la violencia partidista que se vivió con mayor ferocidad en las áreas rurales.
Esta situación generó un impacto en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, entre otras, que no estaban preparadas con una oferta de empleo, servicios y vivienda para satisfacer el arribo de tanta gente que llegó para quedarse. Como consecuencia se produjeron cordones de miseria, especialmente en las periferias de los centros urbanos, y un incremento en las necesidades básicas insatisfechas.
Desde otro punto de vista, el éxodo de la mayor parte de la población colombiana del campo a las ciudades dinamizó el desarrollo urbano para satisfacer la creciente demanda en materia de infraestructura en educación, salud, vías, medios de transporte, vivienda, entre otros.
A partir de los años 90, debido a la violencia generada por los grupos guerrilleros y las autodefensas, se produjo una gran segunda oleada del éxodo, desde las áreas rurales a las ciudades, pues según el Centro Nacional de Memoria Histórica más de 6 millones de personas fueron desplazadas.
Se frena crecimiento
Las proyecciones del Censo de 2005 estimaban que la población colombiana en el año 2020 pasaría de 52 millones, pero el Censo del 2018 mostró que apenas se llegó a un poco más de los 48 millones, que luego de algunos ajustes cerró en 50.372.424, incluyendo a más de 1,6 millones de personas de la migración venezolana.
El Ministerio de Salud en un documento en el que describe un conjunto de indicadores trazadores sobre el envejecimiento demográfico del país para el periodo 2005-2020, explica que “con el aumento del nivel educativo de la población y en particular, el de las mujeres, junto con su incorporación masiva al mercado de trabajo, el uso generalizado de anticonceptivos modernos, el desarrollo científico y tecnológico y la reducción de la mortalidad, particularmente la infantil, que contribuyó al mejoramiento de la calidad de vida de la población, al reconocimiento de la mujer como eje del desarrollo, así como a la transformación de las estructuras familiares creando a su vez un ambiente favorable para la transformación demográfica y el envejecimiento poblacional”.
Agregó que en este contexto, desde finales del siglo XX en Colombia, la transición demográfica ha estado determinada por la disminución de la mortalidad y la transición de la fecundidad. Esta transición se ha caracterizado históricamente por un descenso de la mortalidad en la década de los treinta y una disminución de la fecundidad a partir de los años sesenta del siglo XX, lo cual incidió en el envejecimiento poblacional.
Este proceso se puede evidenciar al comparar el volumen de la población colombiana entre los años 2000 al 2010, encontrando que desde los 40 años de edad en adelante, el crecimiento de las generaciones aumenta, especialmente, entre las mujeres hasta alcanzar los mayores niveles en los grupos con 50 y más años de edad.