La Policía Nacional a través de la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental, desplegó la operación ‘Sierra’ y logró la captura en flagrancia de 7 personas por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales.
De igual manera, se logró la intervención de 1 centro de acopio ilegal, el cual era usado para la transformación de madera producto de la deforestación y a su vez, se incautó 41.69 metros cúbicos de especie maderable ‘Moncoro’ y 4.53 metros cúbicos de especie maderable ‘Cedro’, la cual fue puesta a disposición de las autoridades ambientales correspondientes.
La deforestación es un problema ambiental grave que afecta a todo el planeta. Ser responsables en la tala de árboles significa aplicar prácticas de manejo sostenible y asegurarse de que la extracción de recursos no comprometa la capacidad de los bosques para regenerarse naturalmente.
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Específicamente, especies maderables como el moncoro y el cedro desempeñan roles fundamentales en sus ecosistemas. El moncoro, conocido por su resistencia y durabilidad, es vital para la estructura del bosque y ofrece refugio y alimento a diversas especies de fauna silvestre. Por otro lado, el cedro, aparte de ser una especie altamente valorada por su madera aromática y resistente a la pudrición, es importante para la conservación del suelo y la retención de agua en el ecosistema
Por otra parte, en operativo del Grupo de Operaciones Especiales contra la Minería Ilícita y Antiterrorismo y las Fuerzas Militares la cual fue desplegada de manera simultánea en los municipios de Buenaventura, López de Micay y en el Río Naya, límite entre los departamentos de Valle del Cauca y Cauca, se permitieron la intervención de 3 unidades de producción minera y la destrucción de 6 excavadoras, 2 motobombas y 1 motor industrial.
Finalmente, con un proceso investigativo en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, se logró la materialización de la captura de 3 personas implicadas presuntamente por los delitos de explotación ilícita de yacimientos mineros, invasión de área de importancia ecológica, contaminación ambiental y concierto para delinquir. Los hechos se registraron en el Parque Nacional Natural Farallones de Cali, departamento de Valle del Cauca.