Acelerar recuperación del río Bogotá, el gran objetivo de la CAR | El Nuevo Siglo
Así va la recuperación del río Bogotá.
Alcaldía de Bogotá
Miércoles, 11 de Enero de 2023
Redacción Bogotá

El río Bogotá, localizado en el altiplano cundiboyacense, es uno de los más importantes del departamento de Cundinamarca y el principal cauce fluvial de la Sabana de Bogotá. 

No obstante, pese a su relevancia, este cuerpo de agua se ha convertido en un referente de contaminación y problemáticas ambientales; situación preocupante entendiendo que aunque este río no es de aguas navegables ni atraviesa el casco urbano, sí recorre el límite occidental de Bogotá, siendo el principal sistema hídrico de las aguas para la ciudad y la Sabana.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) señaló que los principales problemas del río Bogotá son la tala de árboles, las captaciones de aguas ilegales, el depósito de residuos domésticos e industriales que llegan al cauce, la disposición de basuras, residuos industriales con metales pesados y la falta de interés de la población por darle un manejo adecuado a las aguas.

Contaminación

De acuerdo con la CAR, lo que genera la contaminación del Río son “los vertimientos industriales de las curtiembres de Villapinzón Cundinamarca, ubicadas a 5 kilómetros del nacimiento, la falta de optimización de algunas plantas de tratamiento de los municipios de la cuenca, las industrias, la minería extractiva y los escombros. Los tres vertimientos de Bogotá que afectan al río dejándolo anóxico y sin vida son Salitre, Fucha y Tunjuelo”. 

De otro lado, por medio del Acuerdo CAR 43 de 2006, se instauró la división de la cuenca en tres secciones para el río Bogotá: cuenca alta, cuenca media y cuenca baja.

Cuenca Alta: con una prolongación de 170 km nace en el Páramo de Guacheneque, a la altura de 3.100 metros sobre el nivel del mar (m.n.s.n.m), vierte sus aguas en dirección suroeste, transita desde el norte por la Provincia de Almeidas hasta el sur de la Sabana, se describe de bajas temperaturas y suelo húmedo.

Su trayecto recorre los municipios de Suesca, Lenguazaque, Machetá, Villapinzón, Chocontá, Tocancipá, Cajicá y Chía. Su principal actividad económica está en la industria de curtiembres, ganadería y agricultura.

Cuenca Media: con una extensión de 90 km, comprende la franja que inicia en Puente de la Virgen, municipio de Cota, hasta las salidas de Alicachín en Soacha. Es la zona de mayor entrega residual de la urbe y de mayor crecimiento poblacional, lo que se evidencia con la recepción de las aguas de los ríos Fucha y Salitre, y su afluente primordial es el río Tunjuelo.

Cuenca Baja: con un trayecto de 120 km, al dejar la Sabana, cambia su caudal formando el Embalse del Muña, Chusacá y el salto del Tequendama. A partir de esta franja los ríos Apulo (su principal afluente) y Calandaima alimentarán el río Bogotá; su desembocadura se halla sobre el río Magdalena en el municipio de Girardot a unos 275 m.s.n.m, y recoge las descargas de las aguas de Anolaima, La Mesa, Apulo y la quebrada La Carbonera.

Los derechos del río

Son varios los factores que han contribuido a la problemática de contaminación, entre ellos el incremento poblacional de las ciudades y las actividades económicas de industria curtiembre, agrícola e industrial, que representan el 30 % del PIB nacional. Asimismo, usos erróneos de los habitantes sobre el desecho de residuos.

Luego de 10 años de procesos legales, el 28 de marzo de 2014 el Consejo de Estado anunció la Sentencia sobre la descontaminación del río Bogotá, ordenando el diseño y la implementación de tratamiento y preservación. 


Le puede interesar: Aún no definen si Metro por Av. Caracas será subterráneo o elevado


Tanto agentes públicos y privados como habitantes alrededor de la cuenca son señalados como responsables de no tomar medidas de limpieza y prevención. Desde entonces se han venido congregando esfuerzos y acciones hacia la recuperación del río, desde proyectos de mayores envergaduras tecnológicas como la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) El Salitre, con el objetivo de manejar las aguas residuales recibidas del río, desinfectándolas. 

“Durante la ejecución del proyecto de ampliación y optimización de la @PTARElSalitre la labor articulada con las entidades ha generado una comunicación asertiva para la recuperación del #RíoBogotá. Se han cumplido 5️9 sesiones de la Mesa de Coordinación Interinstitucional”, informó la PTAR El Salitre a través de su cuenta de Twitter.

Además de frenar que 450 toneladas de basuras consigan llegar al río, se le unirá a la operación en el 2026 la PTAR Canoas como parte de esta megaobra, con la labor de tratar el restante del 70 % de aguas residuales, entregado por parte de la ciudad y el municipio de Soacha.

Recuperación ambiental

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) desarrolla el proyecto de adecuación hidráulica y la recuperación ambiental del río Bogotá en 111 km, con el cual busca disminuir el riesgo de inundación por desbordamiento y la recuperación integral de este afluente. 

En el 2012 se iniciaron las obras en la cuenca media, teniendo en cuenta el número de habitantes y el nivel de riesgo de la región. En el 2019 se comenzaron las obras en la cuenca alta, donde a la fecha se han intervenido 42 km hasta el municipio de Sopó.

Los trabajos han permitido aumentar la capacidad hidráulica con la ampliación del cauce. También se crearon áreas multifuncionales, que son zonas de inundación controlada y espacios para usos de protección, conservación ecológica y de esparcimiento, generando hábitat para las especies de flora y fauna del río y ampliando sus servicios ecosistémicos. 

De esta manera, se mejora la calidad ambiental del río y se evitan inundaciones a pesar de las fuertes temporadas de lluvia.

“En nuestra misión de recuperar al 100% nuestro río Bogotá hemos mejorado la calidad ambiental del afluente y su capacidad hidráulica con la ampliación del cauce para evitar inundaciones. Así trabajamos por un Territorio Ambientalmente Sostenible”, señaló la CAR a través de su cuenta de Twitter.

Fauna y flora

Hay más de 500 especies de animales, incluso en el nacimiento del río. En el páramo de Guacheneque sigue existiendo el mítico pez capitán o el cangrejo sabanero, además de 322 especies de aves, de las cuales 10 son endémicas; entre ellas se destaca la tingua o la gallareta moteada; 76 de mamíferos como la zarigüeya, comadrejas y nutrias neotropicales; 55 de anfibios y 66 de reptiles, como la rana platanera, rana marsupial, culebra sabanera, falsa coral, caimán agujo, babilla, lagarto espinoso, bejuquilla, culebra de tierra y lagarto azul.

Entre los frailejones, la planta característica de los páramos, hay 18 especies y 7 endémicas, que en las riberas del río y sus afluentes se encuentra en páramos como el de Guacheneque, Sumapaz, Cruz Verde, Guerrero, Chingaza, Rabanal y Laguna Verde.

Las pruebas más evidentes de la vegetación acuática se encuentran en los humedales, ya que sus aguas se mantiene alrededor del nivel del suelo; entre las especies encontradas está la redescubierta margarita de pantano, una planta endémica que se creía extinta pero que en 1998 fue localizada por biólogos de ese momento de la Fundación Humedal La Conejera; también está el helecho acuático, el buchón o la lenteja de agua, como también especies de vegetación sumergida como la hierba de agua y la chira, encontradas en la laguna de Fúquene y la Sabana.                                                   

A solo unos pocos kilómetros de su nacimiento el río abastece 26 acueductos comunitarios, 25 de los cuales no necesitan proceso alguno de purificación porque la calidad del agua es óptima. La extensión total del río Bogotá abarca 46 municipios y el Distrito Capital, lo que representa una población de más de 12 millones de habitantes.