UNA NUEVA versión de la hundida reforma a la salud está lista para ser presentada por el Gobierno ante el Congreso de la República antes de finalizar este tramo de la segunda legislatura. Pero la propuesta, de la que se dijo que contaría con mensaje de urgencia, no tiene el respaldo de los senadores que el pasado 3 de abril votaron para archivarla ni la confianza de gremios, pacientes y profesionales de la salud, quienes insisten en mayor consenso.
“Lo que hoy hay, en mi opinión, no da tranquilidad”, informó en días recientes a EL NUEVO SIGLO el congresista del Centro Democrático, Honorio Henríquez, quien señaló que seguirá votando negativo siempre que no haya cambios en la propuesta que realmente fortalezca el sistema de salud y beneficie a la población.
“No hay fuente de financiación, no hay aval fiscal. Eso es acabar con el sistema de salud y es un retroceso. Es un resumen de lo que ya se hundió”, indicó el legislador uribista, quien también cuestionó la falta de consensos con los que fue desarrollado el nuevo texto.
Sobre esta nueva propuesta, los senadores que a principios de abril votaron por el hundimiento de la polémica reforma a la salud, expresaron, mediante comunicado, preocupación por la más reciente jugada del Gobierno para revivir este proyecto.
“Los ocho senadores de la Comisión Séptima de Senado, que suscribimos y apoyamos la ponencia negativa con solicitud de archivo del proyecto de Reforma a la Salud, vemos con preocupación el texto acordado entre algunas EPS y el Gobierno nacional. Consideramos que es un error radicar un texto que no ha sido examinado y concertado con los demás actores del sistema y que insiste en desconocer la voz de los pacientes y usuarios, del talento humano en salud, la academia y expertos en la materia, no es el camino que propusimos”, inicia la carta de los parlamentarios.
Pacientes, asociaciones médicas y gremios tampoco han avalado la nueva propuesta de salud presentada con el Ejecutivo. Es que a pesar de que el Gobierno y seis EPS se reunieron recientemente para concertar un plan que permita mejorar el sistema de salud, encuentro del que habría salido esta nueva propuesta, hay sectores que piden ser incluidos en las concertaciones, a fin de dar su opinión para un proyecto que beneficie a las mayorías.
La reunión
El pasado martes, el Gobierno se reunió con los nuevos congresistas que firmaron el archivo de la reforma a la salud. En el encuentro liderado por el ministro de Interior, Luis Fernando Jaramillo, se escucharon las alegaciones de los senadores de la Comisión Séptima y sus opiniones acerca del borrador concertado entre el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y las EPS.
Los legisladores insistieron en que un nuevo proyecto de reforma a la salud debe ser discutido con los sectores de salud: pacientes, asociaciones médicas, profesionales, la academia y el Congreso.
Pese a que el ministro Velasco dijo que la iniciativa fue concertada con las EPS, los senadores consideran que hacen falta más opiniones, sobre todo las del ente legislativo.
En una entrevista a El Tiempo, la presidenta ejecutiva de Acemi, Ana Vesga, habló sobre las funciones de las EPS, que están tipificadas en el borrador que el Gobierno desea presentar.
“Este nuevo texto que se someterá al Congreso aclara mejor nuestras funciones: participaremos en la conformación de las redes, celebraremos convenios de desempeño con la mediana y alta complejidad, evaluaremos y articularemos con el primer nivel de atención. En general, mantenemos la función de representación del paciente”, dijo a ese medio de comunicación.
Se esperaba que el nuevo proyecto de reforma fuera radicado esta misma semana, pero ante la evidente falta de apoyo el Gobierno se abstuvo. Se espera que el texto sea presentado lo más pronto posible para iniciar el trámite, a pocas semanas de terminar esta legislatura.