Los últimos dos años han sido fundamentales para que el fútbol profesional colombiano haya cambiado el concepto de clubes de ‘bolsillo’, por empresas de fútbol.
El avance ha sido fenomenal. Aunque algunos clubes, que son pocos, aún no han logrado entrar en el nuevo esquema de la modernización de este deporte, los clubes han recuperado en un alto porcentaje su credibilidad e imagen, que tenían índices preocupantes, por los manejos que se les estaba dando a las instituciones, en las que los inversionistas eran ‘mecenas’, que así como les inyectaban dinero, también los dejaban con la olla raspada, cuando decidían dar un paso al costado.
La tarea que inició el ex director de Coldeportes, Jairo Clopatosky, quien fue claro en decir, que club que no se sometiera a las nuevas reglas, no participaría en el campeonato ha surtido efecto. No hay duda que el apretón que se hizo sirvió para dar el revolcón anhelado en el balompié nacional, que ha crecido en lo organizado y deportivo, le falta equilibrio en sus finanzas para que sean clubes casi ‘perfectos’, de los que sólo se hable de goles y de un excelente espectáculo.
Cuando Coldeportes, comenzó a pedir cuentas reales, los directivos de los clubes no recibieron bien la medida. Sin embargo, la han ido acogiendo porque es: se organizan o apague y vámonos.
Hasta hace unos 24 meses, los equipos, con contadas excepciones, hacían lo que les parecía. Incumplían en la parte salarial y en seguridad social, y no había quién los presionara de verdad, para que estuvieran al día. Ahora no, están obligados a poner la casa en orden, de lo contrario, hay sanciones.
En pocas palabras: hoy se puede manifestar que los clubes pertenecen a los socios. En el pasado eran unos pocos los dueños del fútbol rentado, quienes se creían intocables. Consideraban que como tenían millonarias inversiones, nadie les podía objetar sus decisiones… tenían sus propios ‘códigos’, lo cual se ha borrado por el bien de una de las disciplinas que más recreación y utilización del tiempo libre, le trae a la sociedad colombiana.
En el último informe del Superintendente de Sociedades, Luis Guillermo Vélez Cabrera, se revelaron los resultados de los equipos de fútbol profesional colombiano que operan bajo la figura de sociedad anónima.
Según los reportes entregados por estas sociedades, los activos al cierre del primer semestre alcanzaron los 183.716 millones de pesos; los pasivos 153.226 millones de pesos y el patrimonio los 32.493 millones de pesos.
Los 24 equipos de fútbol, que entregaron información financiera al cierre del primer semestre de 2012, registraron unos resultados consolidados negativos de 18.143 millones de pesos.
Al cierre de junio de 2012, nueve de las 24 sociedades registraron utilidades que sumadas alcanzaron los 1.032 millones de pesos.
Entre los equipos que reportaron cifras positivas se encuentran Real Cartagena, Deportivo Boyacá, Chicó Futbol Club, Independiente Santafé, Valledupar Fútbol Club, Expreso Rojo Fútbol Club, Barranquilla Fútbol Club, Sucre Fútbol Club, el Club Deportivo Depor Fútbol Club y el Envigado.
Por su parte 15 de los 24 equipos de fútbol registraron cifras negativas en su balance. Entre las sociedades con saldo negativo se encuentran el Club Deportivo Popular Junior F.C., Deportivo Independiente Medellín, Cúcuta Deportivo, Once Caldas, Atlético Nacional, Atlético Huila y el Club Deportes Tolima.
Talento Dorado, Patriotas Boyacá, La Equidad Seguros, América, Fortaleza Fútbol Club, Unión Magdalena, Real Santander y Universidad Autónoma del Caribe Fútbol Club S.A. también reportaron cifras negativas.
Actualmente existen treinta y seis (36) equipos con deportistas profesionales, veinticinco (25) de los cuales son sociedades anónimas que se registraron en la Cámara de Comercio de su domicilio social.
Tras recordar que el objetivo de este seguimiento es analizar la situación contable y financiera de las sociedades, el Superintendente, Luis Guillermo Vélez Cabrera, resaltó el cumplimiento de los equipos de fútbol que en esta ocasión entregaron los estados financieros en el tiempo establecido.
Esto es muy saludable, el fútbol estaba al garete, como se venía manejando, estaba en peligro de que 18 clubes de la categoría A, quedaran reducidos a la mitad, al igual que los 18 de la 1-B.
En un futuro, inmediato, y en la medida que el fútbol grande se afiance como empresa, el Gobierno deberá hacer una rebajona en los impuestos por alquiler de los estadios y demás, para que sean empresas más viables, ya que con las taquillas es difícil que se sostengan, lo mismo que con los patrocinios.
“La carga de impuestos no le está dando respiro a una fiesta que es vital para los colombianos: el fútbol”, se les escucha a la mayoría de los dirigentes, quienes tienen que tener en caja quincenal o mensualmente, muchos millones de pesos para pagarles a los 25 jugadores de la categoría A, y a los 25 futbolistas de la categoría B.
El fútbol profesional, es rentable, pero quienes tienen a sus espaldas la responsabilidad de administrarlo, deben tener ciertas gabelas financieras, para que cada día el espectáculo sea de mejor calidad, más atractivo para los hinchas, quienes han entendido que el fútbol es para vivirlo en paz.