La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos mantuvo este miércoles las tasas de interés y no dio señales claras sobre otro aumento antes de fin de año.
En cambio, el banco central estadounidense confirmó que planea comenzar "relativamente pronto" a reducir la enorme cantidad de bonos comprados tras la crisis de 2008-2009 para inyectar entonces fondos y sostener a la mayor economía mundial.
A falta de señales de presiones inflacionarias, el comité de política monetaria de la Fed (FOMC) dijo que optó por no mover las tasas y reiteró que está "vigilando de cerca" el alza de los precios.
Empero el comunicado, que cerró dos días de deliberaciones del FOMC, dio escasas pistas sobre la postura de la Fed por cuanto es casi igual al emitido tras las reuniones de junio, en las que aumentó los tipos de interés en un cuarto de punto porcentual a un rango de entre 1,0% y 1,25%.
Pese a casi siete años de ininterrumpida creación de empleos y una baja tasa de desocupación (4,4%), las presiones inflacionarias y las mejoras salariales dan pocas señales de vida, lo cual desconcierta a economistas.
La Fed lo atribuyó a factores transitorios tales como la caída de precios de los servicios de telefonía móvil y de medicinas, que seguirán lastrando la inflación al menos por un tiempo. No obstante, varios analistas son escépticos en cuanto a que esos factores expliquen todo.
El comunicado dice que la tasa de la inflación a 12 meses así como la inflación subyacente, la que excluye precios muy volátiles como precios y energía, han declinado y "están por debajo del 2%", que es la meta de la Fed.
Es un cambio muy menor respecto a junio, cuando la Fed había dicho que las tasas estaban "algo por debajo" de la meta.
Y mientras se prevé que la inflación siga por debajo de la meta en los próximos meses, el comunicado del miércoles repitió que la Fed espera que "a mediano plazo se estabilice en torno al objetivo de 2%.
Aún con este panorama de baja inflación, el FOMC dijo que seguirá aguardando a que "las condiciones evolucionen de tal manera que aseguren aumentos graduales" en las tasas.
Las propias proyecciones de junio de la Fed mostraron que la mayoría de sus miembros esperan un nuevo aumento de los intereses este año y tres más en 2018 y 2019.
Empero, varios analistas dijeron en las últimas semanas tener muchas dudas acerca de que la Fed siga adelante con ese plan y disponga un tercer aumento este año. Una cantidad levemente mayor de economistas aún cree que habrá un nuevo aumento en diciembre.
Asimismo, la Fed confirmó también que comenzará a implementar "relativamente pronto" la reducción de su stock de bonos, el cual llegó a niveles récord durante la crisis financiera para ayudar a que la economía se recuperase.
Según el comunicado, en tanto la economía "evoluciona en términos generales de acuerdo a lo previsto", ese plan reduciría gradualmente la enorme cantidad de bonos acumulados, algo que los analistas esperan que comience en setiembre.