EN medio del contexto de desconfianza ciudadana por las cifras del tribunal electoral, el gobierno de Bolivia y una misión de observación de la OEA pactaron establecer un "equipo de acompañamiento permanente" del escrutinio de las elecciones generales efectuadas el domingo y que el opositor Carlos Mesa denunció habrían sido manipuladas.
El canciller Diego Pary y los veedores de la OEA "acordaron establecer un equipo de acompañamiento permanente en el proceso de conteo oficial de votos" de los comicios, consignó un Twitter oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia.
El acuerdo sigue a un llamado público de Pary a los organismos y embajadas extranjeras en el país a seguir el conteo "para que el proceso concluya con toda la transparencia necesaria", luego que el candidato opositor y expresidente Carlos Mesa acusara al gobierno de "manipular" el resultado de los comicios para evitar una segunda vuelta.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) paralizó la difusión del escrutinio en la noche del domingo, tras un primer y único informe de conteo rápido del 84% de las actas que daba un 45,28% a Morales y un 38,16% a Mesa, datos que anticipan un balotaje.
"Estamos totalmente predispuestos a cooperar para que los diferentes países interesados hagan seguimiento al proceso de conteo", señaló Pary, que invitó puntualmente a Argentina, Brasil y EEUU a sumarse a ese cometido.
"Si es necesario y si así lo consideran pertinente, también se podrá hacer un conteo con transmisión pública, nosotros vamos a garantizar ello", agregó.
El Órgano Electoral Plurinacional (OEP) reinició en la tarde de ayer su plenaria para recibir los votos del exterior y del área rural, pero los datos del conteo rápido continuaban estacionados en 84%.
Esa fue la razón de una creciente sospecha de manipulación de resultados electorales en favor del presidente Evo Morales por parte de miles de ciudadanos que iniciaron vigilias en torno a las sedes de los tribunales electorales, que tardan en confirmar si habrá segunda vuelta, el próximo 15 de diciembre.
Ante la dilación, Mesa denunció que "el gobierno está intentando, a través del Tribunal Supremo Electoral (TSE), eliminar el camino a la segunda vuelta" y llamó a sus adherentes a movilizarse en defensa del voto.
Waldo Albarracín, líder de una organización civil Conade, alertó de su lado que el oficialismo está generando un clima de inestabilidad y afirmó que "si en este país se suscita una guerra civil, es responsabilidad de este gobierno".
"A ninguno de nosotros nos interesa caldear el ambiente", reflexionó luego el ministro de Comunicación, Manuel Canelas.
Mientras, Estados Unidos llamó a restablecer "ya" la "credibilidad y la transparencia" del proceso electoral, en un tuit del subsecretario interino de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael Kozak.
"Estados Unidos está observando de cerca la ronda de elecciones en Bolivia, especialmente la repentina interrupción de la tabulación electrónica de votos. Autoridades electorales deben restaurar credibilidad y transparencia al proceso ya para que se respete la voluntad del pueblo", escribió Kozak.
Las primeras expresiones de protesta contra el tribunal electoral ocurrieron en la ciudad de Potosí, donde plataformas ciudadanas cuestionan la transparencia del escrutinio. La medida fue replicada de inmediato en La Paz (oeste) y Santa Cruz (este).
¿Segunda vuelta?
Morales, de 59 años, confía en que el voto rural y del exterior volcará el resultado a su favor para asumir nuevamente el 22 de enero y cantó victoria la noche del domingo, sin referirse a un eventual balotaje.
"El pueblo boliviano se ha impuesto para continuar con el proceso de cambio (política oficialista)", dijo desde la casa de Gobierno en La Paz.
Pero para ganar en primera vuelta, Morales precisa el 40% de los votos válidos y tener una ventaja de al menos 10 puntos sobre Mesa.