El cierre del gobierno de Estados Unidos se convirtió este sábado en el más largo en la historia de ese país, sumando 22 días mientras el presidente Donald Trump sigue insistiendo en financiar su muro fronterizo con México.
Otro día de pago sin sueldo se fue el viernes para los 800.000 trabajadores federales atrapados en un callejón sin salida. Y a los 22 días no hay fin a la vista.
El registro de un cierre tan extendido tuvo lugar bajo el mandato del ex presidente Bill Clinton, mientras que los republicanos controlaban ambas cámaras del Congreso. Duró tres semanas, desde diciembre de 1995 hasta enero de 1996.
Trump ha trabajado con el líder de la mayoría en el Senado republicano, Mitch McConnell, para garantizar que cualquier legislación que no incluya los USD 5.700 millones que está buscando para la barrera de separación no llegue a la Cámara.
Eso se ha mantenido por ahora, pero no está claro cuánto tiempo más resistirá el líder republicano.
Trump ha tratado repetidamente de culpar a los demócratas por el estancamiento actual, incluso cuando la mayoría de las encuestas de opinión muestran que el público estadounidense está culpando cada vez más al presidente por la difícil situación.
"¡Los demócratas podrían resolver el Cierre en 15 minutos! Llame a su Senador Demócrata o Congresista / ¡Dígales que lo hagan! Crisis humanitaria", escribió en Twitter este sábado por la mañana.
El presidente ha afirmado que puede construir el muro con poderes de emergencia, pero hasta el momento ha rechazado la opción.
Si Trump decidiera declarar una emergencia nacional, tendría que desviar los fondos asignados previamente, con algunos informes que sugieren que el equipo del presidente se está esforzando por encontrar fuentes de ingresos, incluso de los proyectos que se usarían en casos de desastre.
Sin embargo, los demócratas están preparando un desafío legal si Trump ejecuta la opción.
"Hemos reconocido todo el tiempo que esta es una emergencia política para el presidente. No es una emergencia de seguridad nacional o militar", dijo el representante Jamie Raskin, miembro del Comité Judicial de la Cámara a la red de televisión C-Span.
"En la medida en que esto significa que el presidente se está rindiendo y sabe que no hay un consenso bipartidista para su muro en el Congreso, intentará hacerlo de manera unilateral a través de poderes administrativos… Eso podría ser un progreso porque se reubicará la controversia y pasaría del Congreso a los tribunales y así podríamos reabrir el gobierno", agregó.