Al asegurar que no habrá repercusiones negativas en el sector de la salud por la eliminación de los aportes directos de los empresarios que tengan empleados que devenguen menos de 10 salarios mínimos, el Gobierno dio un parte de tranquilidad al país.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, respondió ayer a los cuestionamientos de sectores, como ACEMI, sobre las implicaciones que podría tener la medida que regirá a partir del miércoles.
“No habrá desfinanciación del sistema de salud por la entrada en vigencia de la norma que elimina los aportes obligatorios de las empresas al régimen contributivo de salud”, indicó Cárdenas.
A su turno, el director de Política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Luis Fernando Mejía, reiteró que la reducción en los costos laborales seguirá impulsando la creación de empleo formal en el 2014.
“A partir del primero de enero de 2014 los empleadores de este país van a dejar de contribuir el 8,5% que corresponde al aporte de salud de sus empleados que devenguen menos de 10 salarios mínimos, es decir, alrededor de 52 mil pesos mensuales sobre un salario mínimo de 616 mil pesos”, puntualizó.
El Director de Política Macroeconómica recordó que el Gobierno nacional tendrá que financiar estos aportes “con la utilización del impuesto sobre las utilidades por 10 billones de pesos”.
Así mismo, explicó que el próximo año el costo para contratar un empleado formal con un salario mínimo se reducirá en términos nominales, frente al año anterior, en alrededor de 13 mil pesos mensuales.
“Esto continuará creando incentivos para que los empleadores que antes contrataban informalmente comiencen a vincular a sus empleados a la formalidad. Es de destacar que esta reducción se complementa con un aumento de 4,5% en el salario mínimo para el 2014, el más alto en términos reales desde 1986”, indicó.