Ante lascríticas hechas a los congresistas que lideran la propuesta de redefinir la fórmula del precio de los combustibles en Colombia, el senador nariñense Guillermo García, del Partido Liberal, dijo que la labor que se viene realizando en pro de esta iniciativa es un trabajo serio y responsable.
“De ninguna manera se trata de una acción populista. Todo lo contrario: es una acción responsable, un cuestionamiento técnico, un análisis puntual y riguroso de la situación de los combustibles en Colombia, porque definitivamente los niveles de precios no se justifican de ninguna manera”, explicó.
Para García, los colombianos no pueden seguir pagando el costo de la ineficiencia de Ecopetrol: “La escala de costos y la ineficiencia de las empresas, sean del Estado o particulares, tienen la escala más alta de los países productores de petróleo. Entonces no podemos los colombianos, por vía de las altas tarifas, pagar la ineficiencia empresarial de los hidrocarburos”.
“Aquellos que critican nuestra lucha y el fallo de la Corte Constitucional son quienes no piensan en los colombianos y son poco juiciosos a la hora de estudiar la fórmula que actualmente rige el costo del galón de gasolina, o entonces ¿por qué a los accionantes les dieron la razón en la demanda interpuesta ante la Corte Constitucional?”, expresó.
Entre quienes se han opuesto, está el exviceministro Sergio Clavijo, director de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), para quien “los criterios básicos de fijación del precio de la gasolina en Colombia tienen fundamentos económicos bastantes sólidos y sería un error pretender cambiarlos”.
“En muchos países el cobro de la gasolina también se usa como vehículo tributario, tanto para disuadir su desperdicio como para redistribuir rentas a nivel territorial. En Venezuela, dichos tributos ascienden al 29 por ciento del precio total, donde el IVA es importante. Ahora bien, esas posibles virtudes se borran cuando existe un elevado componente de subsidio implícito, el cual arroja unas pérdidas de 'costo de oportunidad' del orden de los 20.000 millones de dólares por año, como ocurre en Venezuela”, sostuvo.