Una feria de contratos en la Secretaría Distrital de Integración Social se habría registrado según denuncia del concejal Hosman Martínez, de la Alianza Verde.

Sin embargo, el titular de ese despacho Jorge Rojas justificó el aumento de personal explicando que se asumió la operación directa de varios servicios.

Para Martínez, en 25 días la Secretaría firmó 6.820 contratos de prestación de servicios y 1.693 de planta, 1.418 más que el año pasado, y duplicando los suscritos por administración de Samuel Moreno que terminó con aproximadamente 4.000 contratistas.

La misma Secretaría confirmó el récord de contratación. “El trámite es dispendioso y mensualmente se tramitan aproximadamente 7.500 cuentas de contratistas de recurso humano y 1.000 de proveedores, no obstante al viernes 14 de febrero de los corrientes se habían radicado 7.684 cuentas de las cuales se han procesado 6.300, cumpliendo con las fechas establecidas en la circular”, indicó una circular interna.

El concejal Martínez consideró que el número de contratistas de las subdirecciones Locales de Integración Social es exagerado y desproporcional en equivalencia al tamaño poblacional de las localidades. “Bosa cuenta con 519.177 habitantes, la Subdirección Local de Integración tiene 548 contratistas. Ciudad Bolívar está integrada por 636.730 habitantes, 117.553 personas más que Bosa, y su Subdirección de Integración cuenta con 334 contratistas. Las dos localidades están integradas por poblaciones de estratos 1 y 2, es decir, la que cuenta con más habitantes tiene 214 contratistas menos”.

Martínez denunció que localidades como Fontibón, Usaquén y Usme, que registran el menor número de contratistas en coherencia a su tamaño poblacional, cuentan con subdirectores locales de planta y no obedecen a compromisos políticos a diferencia de otras que llegan casi a triplicarlos en relación a contratistas.

Además de las cifras de contratistas, se conoció que las subdirecciones locales presentan hacinamiento, situación que está registrada en un correo interno de la entidad, emitido por uno de sus funcionarios de carrera administrativa.

El cabildante agregó que es difícil garantizar la educación, seguridad y aprestamiento social en las poblaciones menos favorecidas cuando prevalece el clientelismo. “Nivel central debe retomar el proceso de contratación de las personas que hacen parte de la entidad para asegurar que sean profesionales capacitados quienes brinden un servicio calificado; de lo contrario, la capital se expone a que se presenten situaciones peligrosas al interior de Jardines infantiles, Comedores Comunitarios y Centros Crecer como ha ocurrido en ocasiones anteriores”, dijo.

Aumento justificado

El secretario Rojas aseguró que el aumento de personal en la entidad es justificado, ya que se asumió la operación directa de varios servicios que hacía necesaria la contratación del talento humano.

Bogotá Humana ha logrado durante su administración, aumentar significativamente las coberturas en atención a la primera infancia, pasando de atender 47.943 niños y niñas en 2001, a 117.689 en 2013; con respecto a personas mayores se pasó de 26.445 subsidios económicos en 2011 a 63.767 en 2013 y de 100 cupos en Centros Día a 2.576, así como se pasó de 1.200 cuidadoras y cuidadores de personas con discapacidad en 2011 a 12.695 en 2013.

Para lo anterior, se requiere la vinculación de nuevo talento humano que garantice la atención y la guarda de los derechos de las poblaciones en alta vulnerabilidad, con los estándares de calidad que cada servicio exige.

Respecto a la operación directa de servicios que se contrataban a través de terceros, la Secretaría para el año 2013 asumió directamente la prestación de servicios sociales vinculando así el talento humano requerido, que anteriormente contrataban externos y la cual no se visibilizaba en la contratación de la entidad, como Casas vecinales, ahora jardines infantiles; Centros Amar, Centro Forjar y Centros Crecer.

“Asumimos la responsabilidad de la garantía de los servicios sociales con transparencia en la defensa de lo público, el buen funcionamiento y prestación de los servicios de las personas en alta vulnerabilidad y pobreza, desde la gestación hasta la vejez”, afirmó Rojas.