Colombia anunció que reforzará la presencia militar en la frontera con Venezuela, como parte de una ofensiva para evitar la propagación de un brote de fiebre aftosa detectado hace casi un mes y que se comprobó procede del país vecino.
"El presidente de la República Juan Manuel Santos ordenó fortalecer el plan de control y erradicación del virus, especialmente en la zona de frontera con Venezuela", dijo el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, en rueda de prensa desdela Casa Nariño.
Tras ser declarado un país libre de aftosa desde 2009, Colombia detectó el primer brote de este virus altamente contagioso el 24 de junio pasado, en un predio cercano a la frontera con Venezuela, país que no ha sido declarado libre de este virus.
A la fecha se ha reportado cuatro focos de esta enfermedad, que afecta al ganado pero no a la salud de las personas, por lo que el consumo de carne o leche no representa ningún riesgo.
Iragorri afirmó que se redoblará "la vigilancia aérea, la presencia militar y del apoyo tecnológico de control e inspección en los pasos informales en la frontera", al tiempo que se fortalecerán los "73 puestos actuales de control" en la zona.
El brote amenaza a unos 450.000 ganaderos del país, dijo.
Esta ofensiva contra la enfermedad se toma luego de que el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), comprobó "científicamente que el virus (...) que en este momento afecta al país es de origen venezolano", dijo Iragorri.
Esto "demuestra que la enfermedad es consecuencia de actividades ilícitas derivadas del contrabando", añadió.
El ministro apuntó que además se creará un "programa de recompensas" por información que permita "desarticular estructuras del crimen organizado que se estén beneficiando del contrabando de ganado y carne" y se sancionará a comerciantes que vendan estos productos, por lo que se reforzarán los controles "in situ".
Las autoridades colombianas sacrificarán "de manera inmediata" todo el ganado procedente de Venezuela, prohibirán el "tránsito nocturno de ganado en las regiones de frontera" y las personas que ingresen al país por esa zona recibirán tratamientos de desinfección preventiva.
Las medidas "buscan evitar que el virus pueda expandirse por otras regiones (...) vía contrabando del vecino país Venezuela y se afecte aún más a un sector del que dependen más de 450.000 ganaderos en Colombia", dijo Iragorri.
El gobierno colombiano determinó crear una "mesa de coordinación fronteriza" para hacer seguimiento diario a la situación.
Una vez que se haya enterrado el último novillo contaminado, Colombia podrá acceder una semana después a la recertificación de ser un país libre de aftosa según un acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal, la cual tarda normalmente unos 4 meses en expedirse, dijo el ministro.
La fiebre aftosa en Colombia se reportó por primera vez en 1950, procedente de Venezuela.