El gobierno de Donald Trump lanzó una ambiciosa reforma fiscal con fuertes rebaja de impuestos a empresas y personas físicas y que el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, consideró como la mayor de la historia de Estados Unidos.
El plan se propone revisar por completo todo el sistema fiscal del país, pero su aspecto sobresaliente es que reduce de 35% a 15% los impuestos a las empresas, un recorte de 20 puntos porcentuales que podría tener efectos directos en el déficit federal.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Mnuchin aseguró que el plan no tendrá efectos negativos y, por el contrario, impulsará la creación de nuevos empleos y por lo tanto provocará mayor recaudación fiscal.
"Esto se pagará a sí mismo con crecimiento, y con menos reducción de diversa índole y con el cierre de fisuras en la normativa", dijo Mnuchin en la Casa Blanca. El nuevo sistema reducirá de 7 a solamente 3 las franjas de imposición para las personas.
La administración de Trump duplicaría “la deducción estándar”, cortando los tributos sobre los primero 24.000 dólares de las ganancias de una pareja, según The New York Times. Igualmente, eliminaría las “deducciones fiscales”, sin embargo, mantendría las deducciones populares y los impuestos de sucesión y el conocido impuesto del “mínimo alternativo”.
En el plan la Casa Blanca no estipuló un plan tributario sobre las importaciones en la frontera, el cual, dice el mismo periódico, cuenta con el apoyo del Partido Republicano en la Cámara. No obstante, se especula que Trump estudia un plan para alentar a las empresas a mantener su sede en Estados Unidos.
Un escueto documento de la Casa Blanca dice que el plan también incluye previsiones para una tasa única para repatriar "billones de dólares que son mantenidos en el exterior".
Los detalles de este plan aún deberán ser negociados con el Congreso, pero Mnuchin adelantó que hay conceptos fundamentales que "no son negociables".
"El nudo central es que queremos tornar competitivos los impuestos a las empresas, traer miles de millones de dólares para crear empleos, simplificar las declaraciones individuales y reducir la carga impositiva. Estos principios fundamentales no son negociables", dijo.
Mnuchin dijo que el gobierno espera que la propuesta, que es resistida hasta por legisladores republicanos, sea aprobada lo más rápidamente posible por el Congreso pero no adelantó un cronograma.
En el Congreso la iniciativa caerá en manos de un cuerpo de legisladores divididos entre la idea de reducir impuestos y las preocupaciones con el creciente déficit público.
"Estamos trabajando para hacer esto rápidamente", dijo Mnuchin, quien añadió que "es parte del impacto por los primeros 100 días" del nuevo gobierno.
Según analistas un recorte de 20 puntos porcentuales en la carga impositiva de las empresas podría significar 2 billones de dólares adicionales de déficit en apenas una década.
Entre octubre de 2016 y marzo de este año, el déficit estadounidense llegó a los 526.800 millones de dólares.
Analistas económicos señalan, sin embargo, que la idea de un crecimiento del empleo mediante recortes de impuestos a las empresas no se apoya en experiencias previas.
Para el experto Douglas Holtz-Eakin, esa idea es apenas una ilusión. "Nunca ha habido cualquier análisis verosímil" que indique que eso sea posible, dijo a la AFP.
Este recorte de impuestos podría ser válido por 10 años, pero Mnuchin dijo que prefería que se torne permanente. "Si lo tenemos por 10 años, ya es mejor que nada. Pero me gustaría su permanencia", añadió.
Mnuchin aseguró que la reducción impositiva estará destinada en primer lugar a las pequeñas empresas. "No habrá fisuras en la norma que permita a los más ricos, que deberían pagar tasa más elevadas, pagar el 15%", afirmó.
El líder del bloque del opositor partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, adelantó que la idea encontrará resistencias.
"Si se trata de una enorme recorte de impuestos para los más ricos, eso no será apoyado por los demócratas", adelantó.
En general, los republicanos son favorables a la reducción de impuestos, pero una parte de ellos, defensores del equilibrio presupuestario, expresan preocupaciones sobre su impacto en las cuentas públicas.
Mnuchin también apuntó que los especialistas del gobierno están trabajando para simplificar el proceso con el que los estadounidenses pagan sus impuestos.
"Nuestro objetivo es simplificar las tasas. Creo que la mayoría de los estadounidenses deberían ser capaces de presentar su declaración de impuestos en un formulario del tamaño de una tarjeta postal", expresó.
En la Casa Blanca, el principal asesor económico de Trump, Gary Cohn, dijo que a cada año los estadounidenses gastan millones de horas tratando de llenar sus declaraciones de impuestos, para los que hay unos 199 formularios diferentes.