- Arranca Feria Internacional del Libro de Bogotá
- El rico y extenso menú de la “fiesta de las letras”
“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”. Ese es uno de los conceptos más admirados de esa pluma sin igual que fue Jorge Luis Borges. Un concepto que cae como anillo al dedo hoy, cuando comienza el evento literario más importante del año en Colombia: la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo 2019).
Aunque ya suena a frase de cajón, lo cierto es ninguna otra expresión describe mejor lo que significa la Filbo: la fiesta de las letras. Y no es para menos, con la experiencia acumulada por Corferias y la Cámara Colombiana del Libro, esta nueva versión de la feria, que irá hasta el 6 de mayo, apunta a ser una de las más completas de todos los tiempos. No solo porque participarán más de 170 autores de 24 países así como 400 escritores locales, sino porque se esperan no menos de 500 expositores de la industria editorial y habrá alrededor de 1.700 eventos culturales, académicos y de negocios.
Pero no solo por todo ello esta feria tiene un ingrediente especial. También se destaca por el país invitado: nada menos que Colombia. Y no era para menos toda vez que nuestro país está CELEBRANDO, así, con mayúsculas y el más alto orgullo patrio, los 200 años de la campaña libertadora que culminaría con la derrota y el destierro definitivo del imperio español de tierras americanas. Un pabellón sin precedentes y pensado hasta en el más mínimo detalle se instaló para que todos los visitantes lo recorran y en cada paso despierten su más profundo sentimiento de pertenencia republicana al tiempo que reflexionen sobre la vigencia de los más caros valores que impulsaron a nuestros próceres y han marcado la cosmovisión de una nación que tras dos siglos todavía sigue en construcción: igualdad, libertad, independencia, ciudadanía y soberanía.
El pabellón sobre Colombia tendrá múltiples espacios y puestas en escena pensados para relievar la historia, el presente y el futuro del país. Habrá foros, talleres, conversatorios, lapsos para el ocio y una oferta de libros de autores locales, editoriales nacionales y escritores extranjeros que hablan de nuestro país, de su proceso de independencia, de la Gran Colombia. No en vano el lema principal de la Feria este año es “Léete, el país invitado eres tú”.
Pero la oferta de la Filbo 2019 va más allá. Una nómina de lujo de plumas extranjeras estará participando. El abjasio Daúr Nachkebia, los argentinos Diana Bellesi o Martín Caparrós, los chilenos Elvira Hernández y Simón Soto, los canadienses Pascal Brissette y Wade Davis, los cubanos Carlos Manuel Álvarez y Wendy Guerra… En cuanto a los escritores locales Juan Miguel Álvarez, Piedad Bonnett, Juan Cárdenas, Giuseppe Caputo, Juan Esteban Constaín y muchos otros estarán presentes.
Como si fuera una especie de ser vivo, la Filbo 2019 tendrá actividades a toda hora y en todos los rincones del recinto ferial. Habrá múltiples franjas culturales relacionadas con la escritura y sus expresiones a través de la música, la poesía, la gastronomía, la inclusión de las personas con discapacidad, el cine y las expresiones étnicas. Los niños también tendrán su espacio especial así como los jóvenes, unos y otros enmarcados dentro de la era digital. Igualmente la cadena de negocio de la industria editorial podrá ampliar sus horizontes a través del Salón Internacional de Negocios, el Congreso de Ilustración o el Congreso Nacional de Lectura.
La academia, como es apenas obvio, también será protagonista principal de la Feria. Múltiples debates, foros universitarios, el XI Encuentro Internacional de Periodismo, el Encuentro de Bibliotecarios y el Seminario Internacional de Derecho de Autor hacen parte de la apretada agenda.
En un país en donde el hábito de la lectura lucha día tras día por adecuarse a la era digital y a los nuevos formatos de acceso y tráfico de contenidos, sin duda alguna la Feria Internacional del Libro de Bogotá se constituye en un oasis y un aliciente para los amantes de las letras, sea cual sea su género, temática, presentación u origen. La industria editorial no se detiene y la creatividad de los autores es infinita. Siempre hay algo nuevo por descubrir, interpretar, comunicar. Porque, como también lo dijera Borges, “uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”.