Los pedidos de los sindicatos sobre el incremento salarial para el 2021 de 13%, cuya negociación comienza mañana, dejan entrever que están lejos de las posiciones de los principales gremios del país. Tanto la Asociación de Instituciones Financieras (Anif) y la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), consideran que el aumento no deben sobrepasar el 3%, percepción que también Fedesarrollo respalda dada la situación económica que atraviesa el país, y sobre todo la debilidad de las empresas para poder generar puestos de trabajo.
Para el presente año, el Gobierno acordó subir el salario mínimo un 6%, equivalente a un aumento de $51.686 al salario de 2019, $828.116.
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El presidente de Anif, Mauricio Santamaría, dijo a EL NUEVO SIGLO: “el aumento debería estar entre 2% y 3%, pero si es mayor, la recuperación del empleo en el año 2021 va a ser más lenta de lo que es y se va a conjugar con otros problemas estructurales que tiene el mercado laboral colombiano”.
Santamaría sugiere que “para la discusión entre Gobierno, empresas y trabajadores se tengan en cuenta los fenómenos propios que deja la crisis del coronavirus en Colombia, toda vez que un incremento desproporcionado podría sumarle carga a las empresas en el ejercicio del próximo año”.
Sostiene que “más allá de ese valor se pondría en riesgo la sostenibilidad de la recuperación económica, en particular la creación del empleo formal, altamente golpeado por la pandemia”.
Adicionalmente, el directivo gremial pide que se sigan entregando facilidades y estímulos a sectores fundamentales de la etapa de reactivación. La construcción, por ejemplo, deberá recibir estos beneficios toda vez que de momento se ven contracciones del 26,7% en las licencias de construcción.
La Asociación, de igual forma, llama la atención sobre la perspectiva poco positiva que tienen los empresarios en el marco de la pospandemia.
Correcciones
En su análisis sobre la situación económica y laboral del país, Mauricio Santamaría, indica que “el cuarto trimestre tendrá un mayor dinamismo, como lo demuestran los resultados del Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) y los demás indicadores líderes del mes de septiembre, que vienen con correcciones al alza en sectores como la industria, el comercio y los servicios" no obstante, afirma "no podemos pasar por alto el estancamiento en las perspectivas de los empresarios”.
Asegura que “es necesario que las autoridades piensen en programas y estímulos adicionales para las empresas. Pero reiteramos el llamado a la prudencia en las discusiones que se avecinan en torno a la negociación del salario mínimo para 2021. Debe haber un balance justo entre la remuneración digna de los actuales trabajadores y la difícil situación por la que está pasando buena parte del empresariado del país”.
Fedesarrollo
Por su parte, el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, dijo a este Diario que “proyectamos un aumento del salario mínimo entre 2% y 2,5%. Hay que tener en cuenta varios factores, como el mantenimiento del poder adquisitivo y el crecimiento de la productividad laboral”.
Entre otras cosas, Mejía dijo que un aumento muy grande del salario en medio de la coyuntura, pone en peligro la recuperación y la sostenibilidad, especialmente de las pequeñas y medianas empresas. "Hay menores ingresos en los hogares y se ha resentido la actividad económica. El origen de la crisis es un problema de oferta cuando se generan las restricciones de la actividad productiva para evitar el número de contagios y muertes. De esta forma, se produce una caída de ingresos de las empresas" señaló.
Precisó el directivo que “aumentos más allá de estos elementos van a generar perjuicios importantes, especialmente para las personas más vulnerables. No hay que olvidar que estábamos en un terreno muy difícil con una tasa desempleo por encima del 16% y por otro lado que todavía continuamos con tasas de informalidad altas”.
Luís Fernando Mejía enfatizó a este medio que “hay dos elementos fundamentales en la negociación, que son meramente técnicos pero importantes, el primero tiene que ver con la inflación que genera una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y el poder de compra, posiblemente este año la inflación va a terminar en 1,8%”.
En segundo lugar “el otro componente tiene que ver con la productividad laboral, que se refiere a la eficiencia de los trabajadores en el aumento de la producción y las ventas. Eso debe retribuírseles, pero con el problema de la pandemia, este año puede ser cero o negativa, entonces por eso proponemos un aumento entre 2% y 2,5%, no hay margen para subirlo más. Es que todavía tenemos dos millones de empleos perdidos por la pandemia y el objetivo en el aumento es reconocer estos elementos, pero ahora con alto desempleo”.
Fenalco
A su turno, el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, le solicitó al presidente Iván Duque, quien lo acompañó en el cierre de la asamblea anual del gremio, que, en el marco de la discusión del incremento del salario mínimo para 2021, el Gobierno tenga una postura de prudencia, toda vez que un aumento desmedido no ayudará a recuperar los empleos perdidos.
Sobre esa petición, Duque aseguró que en la concertación salarial el debate es bienvenido. “Este Gobierno sabe ser prudente y sabemos que la meta es reactivar la economía y recuperar puestos de trabajo”.
Pero también se solicitó al Gobierno que, en la eventual discusión de una reforma laboral, se analicen temas sustanciales que ayudarían al comercio a mejorar las tasas de desempleo.
“Se necesita la flexibilización de la contratación laboral para abaratar costos y de esta manera se recuperen los empleos destruidos por la pandemia. Esa iniciativa va a ser muy importante de cara al próximo año”, complementó Cabal.
Con anterioridad el presidente de Fenalco dijo a EL NUEVO SIGLO que “la propuesta de las centrales obreras de incrementar en 13% el salario mínimo para el próximo año está fuera de base. Señaló que este ha sido un año atípico y el aumento debe estar enfocado a recuperar los 5 millones de empleos que se perdieron en medio de la pandemia”.
Sostuvo que “con una contratación de costos altos es muy difícil recuperar los puestos de trabajo que se han perdido, por lo tanto la propuesta de las centrales obreras está totalmente desorbitada. Debemos tener en cuenta que 'el palo no está para cucharas' con un crecimiento económico negativo como el que tendremos este año”.
Lo que piden los sindicados
Las centrales obreras del país rechazaron la propuesta realizada por los empresarios de un incremento del salario mínimo para el próximo año de entre el 2% y el 3%, lo que significaría un aumento de entre $17.000 y $26.334.
El fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, afirmó que esta propuesta empobrece mucho más el bolsillo de los colombianos.
“Estas propuestas siempre han estado pegadas a la inflación de cada año, es la misma que han hecho repetidamente durante 30 años, pero hoy la situación es extraordinaria por el tema de la pandemia de la covid-19, que ha significado una pérdida de empleos e ingresos en la población”, afirmó.
Dijo que para que exista una verdadera reactivación económica, hay que recuperar los ingresos de la población.
“El Estado debe hacer unos esfuerzos, por dar la renta básica universal y subsidiar las nóminas de las mipymes, para que la población vuelva a tener ingresos. También hay que tener en cuenta un incremento significativo de los salarios. No hacerlo es repetir la historia de 30 años”, manifestó.