Talento tiene y de sobra. Por eso resulta difícil entender qué sucede con James Rodríguez, quien de estar en la élite del fútbol mundial pasó a refundirse en un país en donde este deporte mueve mucho dinero pero es poco o nada competitivo, como Catar.

Un año de su vida perdió el ‘10’ de la Selección Colombia en su aventura por el Al-Rayyan, tiempo que se sumó al desperdiciado en el Real Madrid en la era de Zinedine Zidane y Rafa Benítez, a quien luego se encontró en el Everton inglés y le repitió la dosis.

Claudio Ranieri lo había criticado en el Mónaco porque con el balón en sus pies era un genio pero no ayudaba a marcar. Sin embargo, del club francés pasó al Real Madrid, tras un brillante Mundial 2014 en Brasil.

Y es ahí en donde tiene su mejor época como jugador y por eso es inexplicable la razón por la cual empezó a tener problemas y a ser considerado un hombre “difícil”.

El entonces técnico de los ‘Merengues’, Carlo Ancelotti, se sorprendió cuando el presidente del club, Florentino Pérez, lo anunció como el gran refuerzo, maravillado, entre otros, por el golazo que le marcó a Uruguay en Brasil.

‘Carletto’ se dio a la tarea de explotar lo mejor del colombiano y mientras estuvo en el banco técnico de la Casa Blanca, el cucuteño brilló con la 10. ¿Qué pasó? La salida del técnico italiano fue la “desgracia” para James.

Rafa Benítez fue nombrado en reemplazo de Ancelotti y el colombiano dejó de ser importante para el Real Madrid y la salida del estratega tampoco ayudó porque Zidane no lo tuvo en cuenta.

Lo ocurrido lo saben James, Benítez y Zidane. Todo lo que se diga no es más que especulación, porque si realmente el colombiano fuera un jugador indisciplinado, que no le gusta trabajar y que no cumple en la cancha, Ancelotti no le hubiera lanzado un salvavidas al llevarlo al Bayern Múnich.

Sin embargo, no fue grande la dicha porque el estratega italiano salió el conjunto bávaro y es ahí en donde surge otra incógnita porque llegó otro técnico experimentado, Jupp Heynckes, quien ya estaba retirado de la actividad y puso a funcionar el equipo, incluido James, como un relojito y ganó el título.

¿Cómo es que el ‘10’ le rinde a Ancelotti y a Heynckes y no le sirve a Benítez y Zidane?

El técnico alemán cumplió su objetivo y se daba por hecho que Bayer haría uso de la opción de compra que tenía, solo que llegó Niko Kovac y volvieron las dificultades para el cucuteño, quien prefirió regresar al Madrid, en donde nuevamente fue ignorado por Zidane.

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De nuevo Ancelotti

En el banco o utilizado en un puesto en el que no rendía, James volvió a refundirse en la Casa Blanca, hasta que nuevamente apareció la salvación, ‘Carletto’, quien lo quiso llevar al Nápoles italiano y tras su salida de allí y su llegada al Everton inglés, lo pidió y los directivos le dieron gusto.

James tuvo partidos buenos, regulares y malos, empezaron a aparecer lesiones continuas pero eso no fue problema. Lo que dio al traste con su permanencia en la Premier fue el llamado al técnico italiano para que regresara al Real Madrid, dejándolo “huérfano”.

En la vida del colombiano, para su infortunio, apareció de nuevo Rafa Benítez, a pesar del rechazo de los hinchas del Everton.

James se marchó porque de entrada el técnico español le dijo que no contaba con él. Después de algunos meses perdidos, apareció la oferta del Al-Rayyan y la aceptó con la esperanza de sumar minutos de juego, “ganar partidos y títulos”. Ni lo uno ni lo otro. Fue otro año perdido, con apenas 15 partidos disputados.

Lo extraño en este paso de James por el club catarí es que no jugaba debido a “una lesión”, que nunca se sabía con exactitud de qué se trataba, aunque cuando Reinaldo Rueda decidió convocarlo para la eliminatoria al Mundial de Catar, vino, jugó y en algún partido fue figura o por lo menos se destacó.

Oportunidad

El ‘10’ sabía que en Catar estaba perdido, que de continuar allí nunca iba a recuperar su nivel y que, con el paso de los días, regresar a una liga competitiva sería más difícil.

Fueron muchas las opciones que se manejaron. En Brasil lo buscaron, en el Inter de Miami, en donde se llegó a mencionar que podría jugar junto a Lionel Messi, así como en el Valencia de España, en Italia, Turquía, Francia, Portugal y hasta se mencionó un posible retorno al Everton o al Newcastle.

Con el cierre de libro de pases las opciones se fueron reduciendo hasta que apareció el Olympiacos de Grecia, club con mucha historia, poderoso y en el que milita otro ex Real Madrid, el brasileño Marcelo.

En qué condiciones llegó es un misterio y a la postre eso es lo de menos; lo de más es que esta parece ser la última gran oportunidad que tiene James de volver por sus fueros y demostrar que con trabajo, mucha actitud y olvidando la vida social, tiene los argumentos para ser nuevamente un jugador de élite.

No será fácil porque está falto de ritmo, de competencia y de exigencia física porque en seis meses en el equipo de Catar fue poco lo que hizo y recientemente lo más destacado fueron los 15 minutos que jugó hace dos semanas.

Que Marcelo esté en el Olympiacos es una gran ventaja, que el técnico hable el mismo idioma, otra, así que todo depende de James y solo de James. Condiciones tiene y de sobra, ahora solo debe demostrar que no solo con Ancelotti y Heynckes puede rendir, sino que lo puede hacer con cualquier estratega.

Para empezar, tal vez el llamado a la Selección Colombia para los amistosos con Guatemala y México no sea lo mejor porque si algo necesita, es trabajar, conocerse con sus compañeros y compenetrarse con las ideas de su nuevo técnico. Además se corre el riesgo de que se lesione.

Sin embargo, su presencia con el representativo nacional se puede mirar desde otro punto de vista y es que sumar algunos minutos le puede ayudar a tomar ritmo y confianza.

Por ahora lo único claro es que James está ante una magnífica oportunidad de recuperar su nivel y dar el salto a liga más competitiva, porque la griega lo es y mucho más que la catarí, pero no está a la altura de la española, italiana, alemana o francesa.

CON LA Selección Colombia, James Rodríguez rinde, a pesar de estar “refundido”./Twitter

EN OLYMPIACOS, James Rodríguez se reencontró con Marcelo, su amigo y quien puede ser fundamental en su recuperación./Olympiacos

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