LOS TIEMPOS de crisis, como por el que está atravesando actualmente el mundo a causa del Covid-19, traen consigo oportunidades para sacar a flote la Guía para implementar el teletrabajo (2020). Esta, instaura creatividad, recursividad y tecnología como herramientas de trabajo y de empoderamiento para los colaboradores.
Actualmente, las organizaciones están dando un paso muy importante con la entrada de la digitalización, para potencializar la comunicación y la productividad de los equipos de trabajo, implementando modalidades como el teletrabajo o el trabajo remoto, alternativas para realizar labores que se hacían de manera presencial.
Según la Organización Internacional para el trabajo (OIT), “el teletrabajo es la forma de organizar y realizar los compromisos laborales a distancia mediante la utilización de las TIC en el domicilio del trabajador o en lugares o establecimientos ajenos al empleador.”
Por ello, y debido a esta nueva modalidad que cada vez toma más fuerza en diferentes empresas impulsada por la crisis sanitaria, Liberty Seguros comparte una serie de buenas prácticas para tener en cuenta a la hora de teletrabajar, para que el desempeño en casa sea igual o más productivo que el de la oficina.
Plantearse objetivos claros: trabajar desde casa implica fijarse objetivos medibles. Realizar una lista de tareas e incluirle tiempos de cumplimiento, es una buena medida en estos casos, así como tener claro quién hace qué.
Establecer una rutina: es aconsejable que cada persona mantenga su rutina de trabajo, siempre que sea posible. Es importante levantarse, asearse y vestirse, como también agendar reuniones, llamadas, tareas por realizar, hacer pausas activas, entre otras actividades que se realizan comúnmente en los sitios de trabajo; esto, con el fin de crear dinámicas y ambientes establecidos que permitan cumplir con los objetivos laborales.
Dinámicas de equipo: establecer protocolos como hora de reuniones, llamadas antes o después de la hora de la comida, de manera que se puedan replicar las dinámicas de trabajo cotidianas que se tendrían en la oficina. A la vez de acordar con superiores y colegas el método de seguimiento del trabajo.
El teléfono, herramienta de eficiencia: esta vía de comunicación es muchas veces más efectiva que el correo electrónico o el WhatsApp, ya que evita malentendidos de la comunicación escrita y maneja temas puntuales en una llamada.
La comunicación escrita: para evitar los malentendidos en la comunicación escrita, de ser necesario, comparta un breve contexto del asunto a tratar para garantizar que quién reciba la información cuente con todos los elementos para comprender y ayudar. Recuerde siempre incluir palabras de cortesía como gracias, por favor, además de enviar saludos, estos representan respeto quien lo lee.
Tecnología como aliada: indispensable para utilizar todas las herramientas disponibles en comunicación, compartir documentos o realizar las tareas de la mejor manera posible. La tecnología tiene a su disposición una serie de plataformas que le permitirán comunicarse de forma óptima, conectarse con sus equipos de trabajo o realizar actividades de forma simultánea. Explorarlas e implementarlas le ayudarán a hacer un buen trabajo.
Ciberseguridad: ahora más que nunca debemos estar atentos a los riesgos del ciberespacio a los que estaremos expuestos. No compartir información sensible, no revelar contraseñas en espacios públicos, no abrir enlaces desconocidos, entre otros, para evitar robo de información o posibles fraudes.
Un espacio exclusivamente de trabajo: en la medida de lo posible, es importante determinar un lugar para realizar las labores, aunque sea simbólico. Elegir un espacio de la casa que se pueda adecuar con un escritorio y los implementos necesarios para evitar distracciones y estar cómodo al trabar.
Vigilar la ergonomía y descansos: tener la postura correcta, tomar un descanso cada cierto tiempo en especial para ojos, manos, muñecas y espalda, salir de ese espacio destinado para trabajo, de vez en cuando, son acciones recomendables para recargar el cuerpo y la mente durante la jornada laboral.
Evitar distracciones domésticas: aunque puede resultar difícil, en horario laboral hay que evitar otras actividades que afecten o rompan el ritmo de trabajo. Reparta las labores del hogar con su familia para disminuir la carga y acuerden sus horarios para que todos en casa tengan claro cuándo está trabajando y cuándo no.