UNA pieza que explora lo profundo e intrincado de las relaciones de pareja a partir del tango, danza cuyo origen se encuentra a orillas del Río de la Plata, es A flor de hie”, la más reciente creación de la compañía L’Explose Danza.
Son seis bailarines en escena, bajo la dirección Tino Fernández y la dramaturgia de Juliana Reyes, en temporada de estreno hasta el 25 de este mes en la Factoría.
“A Flor de Hiel, nos permitió asumir el tango desde otro lugar. El público disfrutará del encuentro de dos disciplinas, nosotros como creadores contemporáneos y los bailarines con toda la minucia de este baile y su tradición” afirma la dramaturga Juliana Reyes. L’Explose ya había realizado un acercamiento a este género en las obras: “Tu Nombre me Sabe A Tango” y “Sé Que Volverás”, pero con bailarines contemporáneos, en esta ocasión la decisión fue acercarse a esta disciplina con bailarines específicamente de tango, con una amplia trayectoria en la escena nacional, como son: Iván Ovalle, Lis Franco, Violeta Mancera, John Galindo y Javier Sánchez, acompañados por la bailarina de L’Explose Luisa Fernanda Hoyos.
Esta obra, se aleja de las nociones de amor romántico e ideal, para hablar de relaciones que se plantean como un juego de confrontación entre iguales, donde el acercamiento genera tensión, la distancia conflicto y donde es la pugna la que produce el encuentro. L’Explose busca que en esta pieza el tango trascienda, que no se quede en la idea de baile bonito y en la perfección de la técnica que todos conocen. Y lo hace resaltando su fuerza dramática, donde cada movimiento tiene un significado sensible, donde la pulsión, ese impulso básico y primitivo que en muchas ocasiones confundimos con amor, está a flor de piel.
Canciones como Pobre flor, Tango diablo, Oblivion y algunos más modernos como Pa’bailar de Bajofondo, entre muchas más, hacen parte del diseño sonoro, donde la música se mezcla con sonidos para generar una atmosfera “No se trata solo de bailar o escuchar tango, sino también de cómo este se transforma en una pulsión viva, a veces interna y en otras externas, que evidencia cómo está el alma de quien lo interpreta” concluye Reyes. Es así, como A Flor de Hiel entra en las entrañas del tango, en las pasiones que este género cuenta y en el lenguaje sentimental que provoca.