No hay una fórmula mágica. Cada pareja decide cual estructura le funciona mejor y que es lo que espera de la misma.
EXISTEN culturas donde el compartir o intercambiar la pareja es visto como normal, como cuando llegan de visita a una familia en Groenlandia se ofrece a su esposa para pasar la noche con ella o en Mozambique que se presten sus parejas cuando hay problemas de fertilización, así como, en algunas tribus africanas donde es posible robar a otras esposas en un festival anual, entre otros, es decir, es abierto el compartir a sus parejas. Así como, en otras culturas es imposible pensar en dicha conducta porque puede terminar con la vida de la persona como por ejemplo: Somalia, Irán, Nigeria, Afganistán, existen otras especies que viven con una sola pareja por toda su vida.
¿Lo que molesta es el compartir a tu pareja con otra persona o no ser única /o para la otra persona? ¿O que los acuerdos no son claros y comprometemos nuestra palabra y terminamos haciendo algo diferente?
Estas y muchas otras preguntas han rondado en nuestra vida personal, en terapia, en las familias y muchos otros escenarios. Sin embargo, no hay una respuesta única y genérica para todos.
Según Erika Rojas y Andrés Gamba, sicólogos y coterapeutas de pareja “es importante validar cual es el sistema de creencias que está detrás de cada comportamiento, no es gratis que alguien elija ser fiel o que alguien elija ser infiel”. Veamos un poco de donde viene el asunto.
Aprendimos quizás a no entregar el amor a una sola persona, por miedo a no ser correspondidos entonces es más “fácil” tener varias opciones por si alguna falla no te sientes “sola” o “solo”, o aprendimos a que si los demás nos notan y podemos conquistar somos más valiosos, mantenernos vigentes y no creer que ya estamos obsoletos, o una vez más creemos que la vida tiene valor solo si nos divertimos, satisfacemos nuestros deseos y nos volvemos adictos a producir dopamina, adrenalina y norepinefrina que son sustancias que se dan en las primeras etapas al inicio de la relación, en el enamoramiento o cuando es clandestina.
Mitos
La infidelidad, en nuestro criterio, es una elección como todo lo que hacemos en la vida. No es realmente cierto que buscamos otra pareja porque la que tenemos actual no has descuidado o caímos en la rutina. Se encuentran parejas que llevan mucho tiempo juntos y no es que hagan cosas distintas y no han elegido la infidelidad como un camino.
Así como, no siempre los hombres son más infieles que las mujeres, en nuestra experiencia, “tanto los unos como los otros lo hacen, tal vez lo que si cambia es el reconocimiento de dichas acciones “. Es más probable que los hombres reconozcan esta conducta que las mujeres que normalmente tienen mayor presión social ante estas situaciones.
¿Qué hacer?
Define con tu pareja cuales son los acuerdos que les funcionan a los dos, con apertura y que se configuren las promesas respectivas, es decir, que es infidelidad…algunos piensan que es pensar en otra persona, para otros está enmarcada en tener relaciones sexuales fuera de la relación, en otros casos se considera como tal solo si se involucran los sentimientos. Para ello, es necesario hablarlo con la pareja y decidir si va a ser una relación abierta, de exclusividad, de poli-amor.
Una vez se tengan acuerdos, se debe validar su pertinencia en cada momento de la pareja, es decir, no es lo mismo un acuerdo al inicio de la relación, a cuando ya está madura, somos personas distintas que evolucionamos, por lo tanto, tenemos requerimientos, expectativas y deseos distintos, así que se vale llegar a nuevos acuerdos a medida que evolucionamos.
De forma complementaria, defina que es lo que está dispuesto (a) a ceder, negociar, aportar, abandonar, entre otros, para estar en pareja, en algunos casos queremos estar en pareja, pero no ceder, ni asumir compromisos, o las restricciones son solo para el otro pero no para mí. Eso hace que la relación se vuelva poco equitativa y llevar a dificultades por la coherencia y sostenimiento de situaciones no equivalentes.
Así mismo, no le dé temor preguntar si siente que existen cosas que no son claras para usted, pero no abuse de los cuestionamientos. Es preferible que usted valide la información y no se arme las “peliculitas” en su cabeza que hace mucho daño en las relaciones de pareja. En esa misma medida, reconozca que las personas están con usted porque así lo eligieron, usted no necesita a nadie para vivir, ni lo necesitan a usted, usted elige caminar en pareja, por lo tanto, si observa que existen faltas a los acuerdos, puede decidir un camino distinto.
Los sicólogos están convencidos de que se debe asistir a terapia cuando la relación está bien, y recomiendan asistir una vez al año como mínimo, pues los seres humanos son seres cambiantes y así mismo cambian sus relaciones, por lo tanto si se asiste a terapia cuando ya existe la crisis, cuando se fue infiel, cuando se maltrató y vulneró al otro, el proceso será más doloroso, más demorado y más difícil, lo cual no quiere decir que no dé buenos resultados.