En la BLAA: animales fantásticos, historia natural y bestiarios | El Nuevo Siglo
ESTOS LIBROS también eran usados para enseñar a los niños en las escuelas.
BLAA
Miércoles, 19 de Julio de 2023
Redacción Cultura

En la biblioteca reposan importantes ejemplares de historia natural que, según descripciones de viajeros europeos, dan cuenta de la naturaleza y formas de vida de este lado del mundo. Del mismo modo, se destacan bestiarios que describen el maravilloso mundo del ave fénix, el grifo, las sirenas, entre otros animales fantásticos. Seleccionamos estupendas obras que se pueden consultar.

Los bestiarios medievales eran tratados didácticos sobre la significación de los animales mencionados en la Biblia que, además de animales reales, incorporan una variedad de bestias exóticas, fantásticas y criaturas propias de las leyendas. Intentaban transmitir un mensaje moral en relación a la vida, manifestar su adoración a Dios (creador de la naturaleza) y dar cuenta de todo lo conectado con la muerte. Los bestiarios, antecesores de las fábulas modernas, además, alertaban a los viajeros sobre lo que podrían encontrar en el camino.

La popularidad de los llamados bestiarios o bestiarius (del latín) creció durante la Edad Media, en especial, en Francia e Inglaterra. Por lo general, las ilustraciones de las criaturas que en su mayor parte eran desconocidas, iban a una página y al frente aparecía el relato de su explicación. En el bestiario, los animales y otras criaturas se disponían sin llevar un orden, más bien, los capítulos se iban recopilando según las fuentes consultadas.

El fisiólogo

El primer bestiario occidental es “El fisiólogo” (Physiologus), manuscrito redactado en griego por un autor desconocido. Con fines moralizantes, es el antecedente de los bestiarios medievales escritos más adelante. Se cree que fue redactado en Alejandría entre el siglo II y el IV y es una recopilación de conocimientos sobre animales que formaban parte de obras de autores clásicos como la Historia natural de Plinio el Viejo y en la Historia de los animales de Aristóteles, entre otros. En este bestiario, los capítulos se centran en versos del Antiguo Testamento, de forma alegórica, los animales que se describen se identifican con Cristo o con el diablo, con el bien o con el mal. Estos libros también eran usados para enseñar a los niños en las escuelas y por los religiosos en las iglesias. En la BLAA se puede consultar El fisiólogo, atribuido a San Epifanio, edición de Santiago Sebastián, traducción directa del latín por Francisco Tejada Vizuete. Seguido del bestiario toscano, traducción del catalán Alfred Serrano i Donet; Josep Sanchís Carbonell y El fisiólogo: bestiario medieval, traducido por Marino Ayerra Redín y Nilda Guglielmi, con la introducción y notas de Nilda Guglielmi.



Posteriormente, se destacaron importantes bestiarios como las Etimologías de Isidoro de Sevilla, que era una compilación del conocimiento de su tiempo, el Bestiario de Rochester o el Bestiario de Aberdeen, producido en Inglaterra durante el siglo XII, escrito en latín, es una recopilación similar al Fisiólogo que incluye capítulos del Génesis, con multitud de animales. El único bestiario escrito en castellano conservado es el de Juan de Austria que data de 1570.

Bestiario de Oxford

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Entonces la tierra era informe y vacía, las tinieblas cubrían el abismo y el espíritu de Dios se cernía sobre las aguas”.

En el depósito de Libros Raros y Manuscritos reposa la edición facsimilar del Bestiario de Oxford, manuscrito de 1511 de la colección del alquimista y astrólogo francmasón Elías Ashmole (1617-1692) de la Biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford [Ediciones de arte y bibliofilia, Madrid, 1983 (398.2454 B37)], la edición española para la colección consta de 495 ejemplares y la biblioteca posee el ejemplar núm. 430, el primer volumen corresponde a un comentario sobre el Bestiario de Oxford y el segundo, es la edición facsimilar íntegra del códice Bestiarium. Este manuscrito del siglo XII (c 1210), es un ejemplar de lujo, bellamente ilustrado, en el que se destaca la imagen de Cristo o de Dios creador, con grabados coloridos de animales sobre fondo de oro; incluye las propiedades de animales reales y fabulosos, es un importante documento que contiene los conocimientos de la época, plantea conceptos morales y otorga importancia a las ciencias naturales. Es una obra de arte de autor desconocido, al igual que su origen. Las ilustraciones son fieles al texto que acompaña y que describe las características de los animales, entre los cuales con cierta frecuencia se incluyen seres fabulosos.