Los precios del petróleo subieron el miércoles a su nivel más alto en cuatro meses en Nueva York, impulsados por la anticipación de una nueva baja en los stocks de crudo en Cushing y de productos refinados en Estados Unidos.
El barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en marzo ganó 88 centavos en el New York Mercantile Exchange (Nymex), situándose en 103,31 dólares, nivel que no alcanzaba desde el 8 de octubre.
El departamento de Energía (DoE) estadounidense publicará el jueves su informe semanal sobre stocks de productos petroleros en el país, y según analistas interrogados por la agencia Dow Jones Newswire, las reservas de crudo habrían subido 1,8 millones de barriles.
Pero los inversores centran su atención en las reservas de crudo en la terminal de Cushing, Oklahoma, donde se almacena el crudo que sirve de referencia la WTI. Varios observadores anticipan que los stocks bajarán allí por tercera semana consecutiva.
En efecto, con la puesta en funcionamiento a fines de enero de la parte sur del oleoducto de Keystone que une a esta ciudad con el golfo de México, "se logra finalmente encaminar los stocks de Cushing hacia otros mercados", explicó Bart Melek de TD Securities.
Las existencias de productos destilados, que incluyen el combustible para calefacción, deberían por su parte haber descendido 1,9 mb, mientras que las de gasolina habrían perdido 500.000 barriles.
Los precios del oro negro neoyorquino se benefician de la fuerte demanda "generada por las temperaturas invernales en Estados Unidos, lo que alienta a las refinerías a funcionar a alto ritmo", comentó Andy Lipow, de Lipow Oil Associates.
En ambas márgenes del Atlántico, los precios también reflejan los temores sobre el aprovisionamiento de crudo, ante un incremento de las tensiones geopolíticas en varias regiones clave para la producción petrolera mundial, como Venezuela, Libia y Sudán del Sur.
En Venezuela, "aunque no hayamos notado perturbaciones en la producción de petróleo, la tensión en las calles es tal que los inversores (...) temen que las infraestructuras petroleras terminen siendo afectadas", admitió Lipow.
Venezuela, que dispone junto con Arabia Saudita de las mayores reservas mundiales de crudo, enfrenta desde hace dos semanas un descontento social que ya provocó cuatro muertos en manifestaciones.