“Proyectos de ley aplazados enfrían país”
Colombia ante el cúmulo de proyectos de ley, originados en Gobierno y Congreso, espera a prudente distancia el despegue en firme de este periodo legislativo, para ver el imaginado “Construyendo país” para regiones, al cierre de año, dejando de lado promesas y pasando a los hechos.
El Plan de Desarrollo Nacional incluye despertar entorno, con iniciativa dirigida a soluciones básicas, de departamentos y municipios, y habitantes participando en impulso de energía, acueductos, salud pública de verdad, vías terciarias; además educación y trabajo productivo.
Antioquia pide al Gobierno nacional permitir erradicación de hoja de coca con helicóptero, que representa $7,500.000 por hectárea fumigada, y descarta erradicación manual porque requiere $14 millones para pagar 2.500 personas en esa labor y con menos resultados.
Igualmente reclama definición de Gobierno para optar por la urgida erradicación con glifosato o manual; sigue controversia por presunta contaminación a trabajadores o para descartar el fumigante por nocivo.
Otro en larga espera de ley es el fracking en materia de exploración y explotación de petróleo. Tiene criterios encontrados, aunque más apoyo el permitirlo cuanto antes, según Ecopetrol y empresas petroleras. Extender la discusión es hundir posibilidades de ingresos para la Nación.
En Colombia vuelan las ilusiones como las cometas de la época; en el aire está el Ministerio de Ciencias y Tecnología, con decreto normativo, al precisar que debe estar listo el 24 de enero de 2020. La denominada Misión de Sabios, por estos días, avanza la conformación y su ruta, para llegar a todos los lugares con intención de integrar personas de todas las edades y culturas.
También prende motores el Ministerio del Deporte, hijo de Coldeportes. Quienes lo acogen consideran necesario blindarlo contra toda infiltración politiquera, donde están quienes refrescan intenciones al lado de deportistas, pero con silla en mano, para tener manejo y decisiones, entre ellas las inversiones publicitarias.
Y no puede haber más aguante, con prolongadas dilaciones, a la hora de los debates en la maraña de legislaciones, como la reforma a la educación, prometida en el primer semestre, y la prioritaria para la salud y las EPS, anticipada por el Ministerio del ramo, y bien recibida por la ciudadanía, al anunciar el pago, en breve, de las deudas billonarias a clínicas y hospitales públicos.
Un cúmulo de leyes esperadas por la ciudadanía. Se confía en que Gobierno nacional y ministerios conformen propósito claro como soporte clave del Plan de Desarrollo, para ver al presidente Duque acelerando el paso esperado.
El semestre es exigente porque las legislaciones discutidas, con frecuencia, se aplazan a la orilla de los acuerdos. Si se engavetan apagan interés y credibilidad del país.