Relaciones internacionales
En esta campaña no se ha ilustrado a los votantes sobre las relaciones internacionales. Voy a tratar de hacerlo.
San Andrés. La sentencia de la Corte Constitucional sobre el Pacto de Bogotá metió al Gobierno en un disparadero, aunque eso era lo que esperaba el Presidente que creyó que, de esa manera, podía desacatar la sentencia de la CIJ. El hecho es que la sentencia ya está ejecutada y los límites fijados en ella no son movibles. El Gobierno ignoró las recomendaciones de los expertos sobre líneas de base rectas y tendrá que afrontar la nueva demanda de Nicaragua sin esa herramienta. Pero eso da para otro artículo.
Venezuela. El Gobierno ha sido solidario con Venezuela y ALBA. Es verdad que no debemos tener confrontaciones, pero hay que ser consecuentes y no validar las violaciones de los derechos humanos cometidas por el gobierno del pájaro de Chávez y la inaplicabilidad de la Carta Democrática.
Derechos humanos en la OEA. Ecuador pretendió silenciar la Relatoría sobre Libertad de Expresión de la CIDH en la reciente Asamblea. Colombia pasó agachada. No se puede aceptar la propuesta ecuatoriana, pero se impone que el Consejo de la OEA sugiera a la CIDH y a la Corte IDH una revisión de sus reglamentos para eliminar de ellos todas las disposiciones, que son muchas, en las que violan la Convención y los Estatutos y se dan atribuciones que no tienen.
Organismos interamericanos. Gracias a nuestro nuevo mejor amigo y a ALBA -del cual son cómplices Brasil y Argentina- han proliferado organismos interamericanos puramente politizados e inútiles como la Unasur y el Celac y se ha tratado de debilitar a la OEA. La OEA ha caído muy duro por cuenta de Insulza, pero es un órgano con más de 120 años de existencia y el único que agrupa a todos los países del continente. Hay que revisar nuestras políticas en la materia. Lo mismo vale para la Alalc y la Comunidad Andina. En cambio hay que seguir en la Alianza del Pacífico.
TLC. Los TLC han causado daños a la economía de ciertos sectores. Pero ello por cuenta de la incompetencia de los Ministerios involucrados, incapaces de adoptar políticas coherentes y estimuladoras (lo que explica los paros agrarios) y del contrabando que alcanza niveles alarmantes ante las narices de la DIAN.
Embajadores políticos. Yo no soy enemigo de los embajadores políticos pero sí de que sean escogidos sin verificar si son competentes para manejar una embajada. Hay que estimular la carrera diplomática y mejorarla, porque la que se aplica hoy tampoco sirve.
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Coda uno. La virulencia y el odio de Gaviria y Luna en sus ataques a Uribe no ayuda a la campaña de Santos pero sí ilustra por qué hemos estado en guerra civil por más de 150 años.
Coda dos. La Fiscalía está usando todas sus baterías contra María del Pilar Hurtado por las “chuzadas” y a los líderes de las Farc, con crímenes de lesa humanidad al hombro, les ha levantado las medidas de aseguramiento.