RADAMÉS BARCA | El Nuevo Siglo
Viernes, 8 de Agosto de 2014

Cometas y  meteoros

 

Pensar que un cometa o un meteoro de gran tamaño pueda chocar contra la Tierra no es descabellado; de hecho muchos pequeños caen sin mayores consecuencias. Respecto de los grandes se recuerda que hace muchos años se cree que uno gigantesco se precipitóen una región de Siberia y produjo daños en amplia área circundante y dejóun cráter enorme. También se supone por algunos estudiosos de las distintas edades en la evolución del planeta, que un meteoro o cuerpo celeste cayóhace millones de años y de esta manera fue que se produjo la desaparición de los dinosaurios y otros animales prehistóricos.

  

Por el espacio circulan moles monumentales que pasan a miles de kilómetros de nuestro hábitat terrestre, sin peligro de que puedan desviarse y caer en zona terrícola. La Tierra ha estado expuesta al choque de objetos desde hace milenios. Los gigantes meteoros que permanentemente surcan el firmamento sideral implicarían un potencial peligro de destrucción masiva si cayeran en la superficie terrestre. Cuando algo de gran dimensión se estrella en un planeta el impacto es similar al de muchas bombas atómicas. La Tierra se ha salvado de una hecatombe de características catastróficas gracias a la poderosa atracción de Júpiter, el más grande de los planetas del sistema solar, donde caen multitud de meteoros y asteroides.

No obstante el riesgo de una colisión de un meteoro con la Tierra cabe en lo posible. Esta eventualidad ya ha sido sopesada por la agencia espacial estadounidense NASA y otras como la europea. Hoy la tecnología ha logrado avances extraordinarios que permiten interceptar elementos del espacio y desviarlos de su curso si constituyen amenaza contra los terrícolas. Una de las últimas hazañas, la de la sonda europea Rosetta que se aproxima al cometa 67P, que viaja a 55 mil kilómetros por hora. Es la primera vez que una nave terrestre entra en la órbita de un cometa. Hace diez años empezóesta misión. En este caso es un proyecto de investigación para establecer los componentes de este cuerpo. Los científicos que escudriñan el espacio buscan conocer los orígenes del sistema solar y de la Tierra. En esta época de grandes avances en la ciencia astronáutica se estudia la composición de cometas y además se monitorea el espacio sideral para detectar cualquier objeto que pase por cercanías del globo terráqueo y evitar una posible colisión con la Tierra.

Esta vigilancia permanente se puede hacer ahora mediante recursos tecnológicos de última generación.