MARÍA CLARA OSPINA | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Julio de 2014

¿Quién le teme a la oposición?

 

“Si se hacen las cosas bien se logra la unidad nacional”

 

Después de las elecciones, los editoriales de los medios y los columnistas amigos del reelecto presidente Juan Manuel Santos han dedicado gran parte de sus esfuerzos a hacerle terrorismo a la oposición, a amenazarla con toda clase de “cocos”.

Un ejemplo de ese terrorismo mediático es la columna de Gabriel Silva, (El Tiempo 07/07/14). En ella, Silva, quien en su tiempo formó parte del llamado “kínder de Gaviria”, dice que “la tribuna de la opinión pública será implacable” si la oposición: “conspira para frenar los cambios legislativos y constitucionales indispensables  -por ejemplo- para alcanzar la paz”.

No me cabe la menor duda que los medios amigos de Santos serán implacables contra todo lo que se oponga a los planes de su presidente. Pero la opinión independiente no se doblegará bajo este tipo de amenaza y dirá, o escribirá lo que piensa.

Así nos traten con la infame acusación de ser “enemigos de la paz”, no callaremos si creemos que se está entregando al país, atado de pies y manos, a los verdaderos enemigos de la paz y de la democracia. 

Son tantas las absurdas acusaciones contra la oposición, que cualquiera diría que los santistas son los dueños de la paz en este país. Y que si la paz no se firma en total acuerdo a como ellos quieren, jamás se firmará. ¡Qué desfachatez!

La paz nos pertenece a todos, óigase bien, a todos los colombianos de bien, santistas o no santistas.

Lo que no queremos los 7 millones de colombianos que votamos por Oscar Iván Zuluaga es una paz con impunidad. Donde los criminales de las Farc y el ELN sean premiados y no castigados. Donde a las víctimas no se les pida perdón. Donde el ejército sea maltratado.

Santos sacó 7’900.000 votos; sin embargo la inmensa mayoría de colombianos se abstuvo de votar, otros votaron en blanco y Oscar Iván Zuluaga sacó 7 millones. Así que hagamos los cálculos; aquí no estamos hablando de un gobierno de mayorías, sino uno de minorías. La mayoría del país no quería la reelección de JMS, ni compartía sus propuestas. Eso quedó bien claro en la elección.

Una oposición fuerte, fortalece la democracia, vigila los procesos, protege las instituciones y al ciudadano y busca el equilibrio de ideas que  en más conviene al país. No sé por qué los amigos de Santos le tienen tanto miedo a la oposición. ¿Qué temen? Si están tan seguros de gozar  del apoyo del pueblo.

Que ridículo seria ver a los republicanos amenazar a los demócratas en USA, o al PP amenazar al PSOE en España, o a la izquierda francesa a la derecha.

 Así que, por favor, no nos metan tanto miedo, no nos asustan sus “cocos”. Hagan las cosas bien hechas y verán como logran la unidad del país bajo una sola bandera. Pero, estén seguros que esta oposición no se callará. Su deber y su propósito es defender el país y las ideas y propuestas de los 7 millones de colombianos que votaron contra la reelección de Santos.