La respuesta para Colombia | El Nuevo Siglo
Jueves, 1 de Julio de 2021

“Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en ellos;” 1 Juan 4:16.

“La violencia engendra violencia.” De la película, La naranja mecánica.

La violencia se puede definir, de manera sencilla, como la ausencia de amor. El amor no es violento, no asesina, no destruye, no vandaliza, no divide, no polariza y no odia.

Cuando en un país se asesinan líderes sociales, policías, se secuestran buses, se destruyen negocios, se abusa de la autoridad y se usa la violencia como medio para resolver las diferencias, queda claro que una parte de nosotros aún no conoce el amor de Dios, ni ha sido formado por Él.

Pensemos en los miembros de grupos armados organizados que andan en el monte, posiblemente llenos de temor, con un fusil al hombro. Temiendo que en cualquier momento les descubran las autoridades. Escondiéndose de un lado a otro y cometiendo cuantos crímenes estén a su alcance. Su idioma es el fusil y las balas que éste contiene. Algunos de ellos venían de hogares funcionales, otros de hogares disfuncionales, con padres maltratadores. Algunos de ellos, posiblemente escaparon de sus casas y se unieron a estos grupos en busca de una oportunidad.  Me pregunto, ¿Qué tipo de amor conocen estas personas? ¿Qué tipo de amor pueden dar a otros? Ellos, posiblemente, solo conocen el temor, el resentimiento y la violencia.

Escribo esto no para excusar las acciones de estos grupos que, sin duda, son criminales y merecen castigo por parte de las autoridades; pero es bueno dar una mirada a la raíz, a lo que pasa en muchos hogares del país en donde no se conoce el verdadero amor que salva de la violencia ciega y del dolor que produce.

Ahora bien, sería bueno preguntarse, ¿Cuál es la solución ante la violencia que afecta al país? ¿Sera que Colombia en algún momento de su futuro podrá alcanzar la tan anhelada paz? Yo solo conozco una solución 100% eficaz ante la violencia y es el amor real, perfecto, puro y apacible del Señor Jesucristo. No hay otra solución más eficaz que esta y lo digo porque lo he visto en mi vida, donde pase de la violencia y rebeldía de la juventud a ser un hombre apacible; y esto no solo en mi vida, sino en la vida de muchos más.

Dios puede convertir a los peores delincuentes en las más mansas ovejas de su rebaño. Hay varios casos en todo el mundo de delincuentes, que han conocido el verdadero amor de Dios y han cambiado para siempre.

¿Cuál es la respuesta para Colombia? ¿Cómo el país saldrá adelante? ¿Cómo iremos hacia un mejor mañana para todos?  De nuevo, la respuesta para Colombia y para el mundo está en Jesús, el Señor.  Si la nación se vuelve de corazón a Dios y empezamos a construir nuestras vidas y la nación con los principios de la verdad divina, tendremos una nación bendita, próspera y más feliz.

*Politólogo Universidad del Rosario.

@feliperangel81